¿QUIÉN DIJO QUE ‘COMO CULLERA, NADA’?
Gandía toma el relevo del congreso de bailes latinos más popular del verano. Llevaba celebrándose en Cullera desde hacía siete años, pero nada se ha echado de menos de la localidad vecina durante estos cuatro días de talleres, shows y baile social, compaginados con playa y piscina.
Un cartel encabezado por Ronald y Alba, Adrián y Anita, Luis y Alba o Gaby y Estefi llevaba el sello de 'éxito seguro', pero la incertidumbre era palpable las semanas previas al Gandía Summer Festival. Después de siete años celebrándose en Cullera, más de uno se atrevió a asegurar que no sería lo mismo. Y por supuesto que ha habido diferencias, pero salvando algunas ausencias, como la de Anita, por una operación de urgencia de apendicitis, el resultado ha sido más que satisfactorio.
Divertidísimos los talleres de Ronald y Alba, que por cierto nos dejaron con la boca en el suelo con su show de la noche del sábado. No nos extraña, tras verles en directo, que la misma coreografía les hiciera merecedores del título de campeones del mundo hace sólo unos meses en Madrid.
Otro de los talleres más concurridos ha sido el impartido por otra pareja habitual en la competición: la constituida por Luis Chavez y Alba Ibáñez. Una versión blanda de esa salsa veloz, bien ejecutada y con elementos acrobáticos, con la que se adaptaron a un extenso alumnado con niveles y estilos variopintos.
Se echó de menos la elegancia y delicadeza de Anita sobre el escenario, pero Adrián supo salvar honorablemente sus clases con la ayuda de otra gran profesional de la salsa: María Garrido.
El congreso se ha celebrado este año un par de semanas más tarde de lo que nos tenían acostumbrados, del 29 de agosto al 2 de septiembre. Por lo general, encontrar alojamiento en Cullera la tercera semana del mes más concurrido del verano era casi misión imposible. Si no reservabas habitación con tiempo en el hotel-sede, acabarías muy probablemente aceptando dormir en las peores condiciones (colchón en el salón de un apartamento con 8 personas más) para poder asumir el precio. Este año, la nueva fecha y el nuevo emplazamiento han permitido una búsqueda mucho más pacífica. Otro punto para Gandía.
El tamaño de la playa, la menor masificación y la abundancia de aparcamiento en la zona son tres más para sumarle. Menos diferencias hemos notado en el ambiente, relajado y divertido. Como cada año, las fiestas en la piscina del hotel y en el chiringuito de la playa han sido dos de las citas clave de la semana. Ni las chanclas en los pies ni el dolor de los gemelos sobre la arena han servido de excusa a las decenas de bachateros y salseros congregados.
Que apunten aquellos a los que les haya sabido a poco esta semana en Gandía. Por segundo año consecutivo, la localidad valenciana aprovecha el puente del Pilar para celebrar un nuevo congreso de bailes latinos, y pinta muy apetecible.