ALIMENTACIÓN Y SALUD
Las frutas y verduras deben ser la base de nuestra alimentación diaria, son el grupo de alimentos con más densidad nutricional. Muchos de esos nutrientes están en la piel, pero ¿es peligroso hoy consumir frutas y hortalizas con piel? ¿Podemos contagiarnos con bacterias y virus a través de ellas o estar introduciendo pesticidas en nuestro organismo?
Seguramente ya sepas que las frutas y verduras son sanísimas y quizá deberías tenerlas más en cuenta en tu dieta. Pero lo que no está tan claro es sí es mejor pelarlas o comerlas con piel.
En la piel, tanto de las frutas como de las verduras, podemos encontrar una cantidad fantástica de vitaminas y fibra fermentable, esta es la que más nos interesa. Además también hay infinidad de sustancias fitoquímicas que proporcionan enormes beneficios, por lo que nutricionalmente la piel de estos alimentos es muy interesante.
Esta cubierta de los vegetales y frutas es una barrera protectora, por ello es el lugar donde se quedan algunos microorganismos. Pero tranquila, la seguridad alimentaria en nuestra sociedad, alcanza los mayores niveles de la historia, estos alimentos llegan a nuestras casas bastante limpios y con tratamientos que eliminan posibles patógenos peligrosos. Pero precisamente por estos tratamientos, hay que lavarlos bien, pues lo que ayuda a su seguridad y conservación, puede, si se consume de forma regular, no ser muy adecuado para nosotros.
Tendremos que diferenciar entre los productos que compramos en un supermercado que normalmente están muy limpios, con productos que obtenemos del huerto, mercados ecológicos etc. Ya que estos no estarán tratados, y los peligros que albergan, son, por el contrario, precisamente naturales, parásitos y otros microorganismos, que pueden eliminarse con un mejor lavado en casa, más cuidadoso que el que realizado normalmente con los del super.
Y es en estos casos, con los productos de nuestros huertos o del vecino, cuando sería recomendable lavarlo muy bien, a conciencia, y si no estamos seguros, pelar las frutas y los vegetales.
Con la Covid-19 surgió la duda de si las superficies de estos alimentos pueden contagiarnos, y vimos en este artículo, que no está claro que tal contagio sea posible, pero como recomendación, no está de más, (sobre todo si en casa hay personas inmunodeprimidas, embarazadas o muy medicadas), lavar las hortalizas y frutas con lejía alimentaria o pelarlas, sobre todo si vamos los vegetales crudos.
¿Cuánto y cómo debo lavar la fruta y verdura para comerla con piel?
Según las recomendaciones de AECOSAN, Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición:
● Verdura cruda en ensalada (lechuga, pepino, tomate), sería interesante lavar durante 5 minutos en agua potable con unos 4-5 ml de lejía por cada 3 litros de agua. Después es muy importante aclararlas con abundante agua corriente.
● Es muy importante que la lejía esté etiquetada como lejía alimentaria (podéis encontrarla en muchos supermercados).
● El resto de verduras que vayamos a cocinar podemos lavarlas bien bajo el chorro de agua fría durante varios minutos y después secarlas con papel desechable.
¿Se puede utilizar jabón para lavar los vegetales?
Rotundamente NO, si no te fías de lavarlos con agua solo, compra una lejía apta para alimentos, pero no los laves con jabón u otros productos no aptos para los alimentos.
¿Frutas y verduras con o sin piel, en el embarazo?
El embarazo es un momento de la vida en el que hay que tener especial cuidado con muchas cosas, una de ellas, las toxiinfecciones alimentarias.
Normalmente una persona no enferma por tomar un calabacín con piel mal lavado, pero en el embarazo es importante no arriesgarse, ya que los microorganismos que encontramos en los vegetales si pueden afectarnos, sobre todo al feto.
Por esta razón en el embarazo, mejor pelar toda fruta y verdura, o lavarla muy a conciencia. También evitar comer ensaladas o verduras crudas fuera de casa. Recuerda, no está de más tener higiene y cuidado en la cocina, pero no te obsesiones con higienizar demasiado si no tienes alguna de las condiciones mencionadas. Con o sin piel, lo importante, es que sean verdaderamente la base de tu dieta.