No todo es Satisfyer

Formas de masturbarte en las que no habías pensado

No solo es importante innovar en la vida sexual en pareja, innovar en la masturbación también tiene beneficios.

Cuando se habla de mejorar la vida sexual, se suelen leer múltiples consejos para aplicar con la pareja, como si todo el mundo tuviera una pareja estable o como si fuera fácil innovar con parejas casuales.

Más allá de eso, si no tenemos claro lo que nos gusta a solas, es difícil ponerlo en común con nadie. Solo por eso innovar y buscar nuevas formas de masturbarse, en vez de ir a lo mismo de siempre, parece una buena idea.

Sin embargo, lo que no pensamos tan a menudo es que la persona con la que tendremos una relación sexual para toda la vida somos nosotros mismos. Para bien y para mal. Por eso extraña que, en un mundo en el que cada vez se fomenta más el autocuidado, no se ponga la misma atención en cuidar el auto erotismo. Un momento que al final se trata de volver a mimarse, cuidarse y quererse.

“Cuando nos masturbamos, por lo general, lo hacemos con la intención de alcanzar el orgasmo y, a menudo, si lo hacemos de un modo determinado y nos funciona bien, dejamos de experimentar y de buscar otras posibilidades, o incluso otros puntos de placer”, apunta la sexóloga Ester Álvarez.

Así, si bien podemos ser eficaces para alcanzar el orgasmo rápido y de forma satisfactoria, al igual que en el sexo con pareja, nos perdemos muchos matices, tales como “El mundo de posibilidades que nos ofrece nuestro cuerpo o conocer otras zonas erógenas”, según la experta.

Placer | iStock

La primera cuestión a tener en cuenta es que, cuando siempre utilizamos una misma de masturbarnos, estamos más limitados. Por ejemplo, imaginemos que solemos utilizar un dildo para la estimulación vaginal, pero tenemos una infección y no podemos usar ni esa vía, ni esa herramienta. Horror. En cambio, tener alternativas nos ayudará a no frustrarnos. Algo así como que sepamos un camino alternativo para llegar a casa, aunque nos corten una carretera o una línea de metro.

Sin embargo “Es probable que, si siempre nos masturbamos de la misma manera, al cambiar de método de repente, nos resulte imposible o nos cueste más alcanzar el clímax”, señala Álvarez. Motivo por el cual, innovar parece de nuevo una opción a tener en cuenta.

En la variedad está el gusto

En cuanto a cómo podemos aplicar la innovación a nuestros ratos de placer a solas, la sexóloga propone diferentes ideas, aunque todas pasan por un punto fundamental: dedicar tiempo.

Es decir, que más allá de ir siempre al grano, se busque tiempo para explayarse en nuevas formas de placer. “Una idea es incorporar a la masturbación lubricantes, aceites y geles de diferentes sabores y efectos como calor, frío…. Ese tipo de productos que nos van a aportar sensaciones diversas (aromas, texturas, hormigueos, etc.), incluso con los que poder jugar por otras zonas de nuestro cuerpo”.

Otro problema, puede ser no solo el ir directas a una zona del cuerpo, sino los recursos que se usan para excitarse. “Si siempre nos masturbamos viendo porno, alguna vez podemos probar a hacerlo leyendo literatura erótica. De esta forma entrenamos la imaginación y las fantasías, y no necesitaremos tanto del estímulo visual directo que nos ofrece el porno”, añade Álvarez.

Por último, y aprovechando el revuelo que ha traído el Satisfyer, otra idea es no acostumbrarse a usar siempre el mismo juguete. “Por ejemplo, si usamos un succionador de clítoris normalmente, sería bueno a veces sustituirlo por otro tipo de estimulador de clítoris que tenga una forma o patrones de vibración distintos, o alguno que estimule el punto G”, concluye la experta.

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