NO TE CONFUNDAS
Es habitual tener dudas entre las funciones de la fisioterapia, la osteopatía y la quiropráctica, ya que los tratamientos son parecidos. Pero en realidad, tienen sus diferencias y cada una, sus funciones específicas.
Cuando necesitamos recuperarnos de una lesión, realizar una rehabilitación postoperatoria o cuando nos duelen los músculos, las articulaciones o los huesos, acudimos a profesionales para aliviar el dolor, recuperar la movilidad, buscar el bienestar y mejorar la calidad de vida. Para lograrlo, tenemos unas opciones que son muy parecidas y tienen el mismo objetivo (tratar los problemas músculo-esqueléticos), pero que, en realidad, presentan una serie de diferencias. Estamos hablando de la fisioterapia, la osteopatía y la quiropráctica. ¿Cuáles son sus diferencias? ¿Para qué sirve cada una?
De las tres disciplinas, la fisioterapia es la única reconocida como profesión sanitaria en España, según la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. Se dedica a la prevención, tratamiento y rehabilitación de varias dolencias a través de ejercicios terapéuticos, masajes, calor, frío y electricidad, entre otros.
Para poder ejercer de fisioterapeuta, se debe estudiar durante cuatro años el grado universitario correspondiente en el que los estudiantes reciben clases de anatomía, fisiología y biomecánica, entre otras asignaturas relacionadas.
En el ámbito profesional, los fisioterapeutas pueden trabajan en hospitales y clínicas, centros de rehabilitación y centros deportivos.
Gracias a la fisioterapia se puede aliviar el dolor, mejorar la movilidad, prevenir discapacidades físicas y promover el bienestar. También se focaliza en tratar lesiones deportivas, enfermedades neurológicas (Parkinson o esclerosis múltiple, por ejemplo), problemas músculo-esqueléticos y respiratorios, además de hacer rehabilitación tras una operación quirúrgica.
Estos profesionales son los que pueden realizar los tratamientos de osteopatía y quiropráctica.
Es una forma de medicina complementaria que se basa la teoría de que todos los sistemas del cuerpo están interrelacionados y se centra en los músculos y los huesos para mejorar la salud del cuerpo.
Con la ayuda de la osteopatía, se puede mejorar la movilidad y aliviar el dolor de las articulaciones, reducir el dolor muscular, aumentar el flujo sanguíneo y ayudar a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso.
Si sufres dolores crónicos, trastornos digestivos, dolores de cabeza, migrañas o tienes problemas posturales, un osteópata es tu mejor opción. También si padeces una lesión deportiva.
Una de las principales diferencias de esta disciplina respecto a las otras es que se centra en la columna vertebral, corregir su alineación y mejorar la función del sistema nervioso. Asimismo, contribuye a aliviar el malestar provocado por los dolores de espalda, cuello y cabeza y mejora la función neuromuscular.
Si tienes alguna lesión tras haber hecho deporte o por un accidente (como un latigazo cervical), la quiropráctica es ideal para ti.
Tanto la osteopatía como la quiropráctica están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero hay que ir con cuidado con el intrusismo profesional: cuando busques a uno de estos profesionales, comprueba que tiene titulación y número de colegiado.
Para saber a cuál de las tres especialidades te tienes que dirigir, consulta con tu médico, ya que él mejor que nadie será el que te dará el consejo adecuado según tus dolencias y tu historial.