FINANZAS PERSONALES

Financiar las vacaciones: ¿Sí o no? Una experta en economía nos da la respuesta

Ahora que el verano está a la vuelta de la esquina la mayoría estamos planificando (o ya lo hemos hecho) las vacaciones. Este año se presenta con alto número de reservas y los mayores precios en el sector turístico que hemos visto nunca.

Vacaciones de verano financiadasiStock

Cuando planificamos un desembolso en ocio como las vacaciones tenemos que valorar qué importe nos podemos permitir y recordar que se trata de un gasto de consumo, que no es una inversion y que, por mucho que queramos realizarlo, no es algo necesario.

Es por eso que el coste de nuestras vacaciones debería de estar siempre contemplado dentro de nuestro presupuesto anual y no como parte de ninguna financiación.

Lo ideal es que a lo largo del año realicemos una hucha a la que destinar un ahorro para gastar en vacaciones y que, de esta manera, cuando llegue el momento de reservarlas y disfrutarlas, tengamos el dinero disponible.

Por qué no deberíamos pedir un crédito para las vacaciones

Financiar nuestro ocio no es recomendable. Por un lado, cuando ese préstamo lleva intereses asociados, multiplica el coste real de nuestras vacaciones. Por otro, aunque en otras ocasiones es posible que nos ofrezcan realizar el pago en cuotas sin intereses, a veces esa financiación tiene otros gastos asociados de formalización del préstamo o de contratación de seguros u otros productos de venta cruzada.

Esto mismo se aplica en las vacaciones si usamos una tarjeta de pago aplazado, ya que no deja de ser también un préstamo. En este caso, además, las cuotas suelen ser inferiores, el periodo de duración del préstamo se alarga en el tiempo y los intereses son altos. Así que debemos evitar a toda costa abonar las vacaciones con tarjetas de pago aplazado.

¿Se pueden financiar las vacaciones a coste cero?

¿Y qué sucede cuando tenemos la opción de financiar a coste cero? ¿Convendría pagar las vacaciones a plazos si la financiación es totalmente gratuita? La realidad es que, de nuevo, no es recomendable recurrir a aplazar el importe de nuestro viaje, incluso aunque sea a coste cero. El motivo es que financiar nos hace perder el control de nuestra economía doméstica por diversos motivos:

1. Financiar nos hace gastar con menos consciencia: Quien ahorra durante meses los 2.000 € que cuestan sus vacaciones es consciente del sacrificio que ha supuesto y, cuando realiza la reserva, siente ese cosquilleo que se nos pone cuando desaparece de nuestra cuenta un importe de dinero elevado. Sin embargo, si ese mismo viaje lo pagamos en plazos, no somos tan conscientes del esfuerzo que conlleva poder realizarlo y es mucho más probable que incurramos en otros gastos en paralelo porque ese desembolso no nos ha dolido tanto.

2. Podemos entrar en una rueda de financiaciones: Aquellas personas que financian una compra son muchos más proclives a entrar en una rueda de financiaciones y pagar a plazos otros gastos como una nueva tele, el móvil o los libros del cole de sus hijos…

Salir de una rueda de financiaciones muchas veces es muy complicado. Y es que financiar algo como las vacaciones, nos hará mezclar gastos inherentes a las diferentes estaciones del año. De esta manera, el que se va en julio de vacaciones y financia su coste, juntará esas cuotas aplazadas con la cuesta de septiembre, que empalmará con los gastos de navidad para llegar a la cuesta de enero en una peor situación económica.

Resumiendo, lo ideal es adaptar el gasto en vacaciones a nuestra situación económica y poder adquisitivo, evitando a toda costa financiarlas y sabiendo que, al no ser un gasto obligatorio, lo hacemos porque realmente podemos permitírnoslo.

Más sobre este tema:

Cargando....