Queda tanto por hacer...
Desde la estructura de la vagina, hasta el ciclo menstrual, sin olvidar tabús en torno al deseo femenino.
Una de las muestras de que la sexualidad femenina ha sido siempre la gran desconocida, es que todavía corren muchos mitos al respecto de la misma. Así, no es extraño que en una nueva cita, si sale el tema del sexo, descubramos que el chico en cuestión no tiene claro del todo cómo funciona nuestra anatomía. Según Leticia García Castelló, es común encontrarse estas dudas también a consulta, lo que demuestra la falta de educación sexual en pareja. Estas serían algunas de las más comunes:
1) Que la vagina y la uretra son un mismo agujero: “¿Si te pones un tampón entonces no puedes hacer pis?” Parece la pregunta de un niño pequeño, pero la realidad es que todavía la hacen muchos adultos. Como en el caso de los hombres, el orificio externo de la uretra tiene la función de expulsar tanto la orina como el esperma, es bastante habitual que los hombres crean que en las mujeres pasa lo mismo, cuando uretra y vagina son dos orificios distintos.
2) Que es más fácil tener orgasmos de forma vaginal: “La mayoría de los hombres crees que es más fácil estimular el punto G, y no a todas las mujeres les gusta la misma estimulación”, aporta García Castelló. De hecho, el 60% de las mujeres no llega al orgasmo a través de la estimulación vaginal.
3) Que ellos tienen más deseo sexual que las mujeres (y por eso son más infieles): “Al tener el deseo menos visibilizado que ellos tenemos más barreras mentales a la hora de expresarlo”, pero esto no quiere decir que no exista, las personas tienen diferente deseo, pero no solo por una cuestión de género, insiste la experta. La cuestión está en que el deseo se vincula mucho a la testosterona, una hormona predominantemente masculina, pero hay otras formas de llegar al deseo, como la necesidad de intimidad, o de autoafirmación, que se relacionan más con el deseo femenino.
4) Que ellas no “necesitan” masturbarse: Se suele hablar de la masturbación femenina como una forma de autoconocimiento, de autorreafirmación, de placer, pero poco se habla sin embargo de la necesidad de liberación. Las mujeres también se sienten excitadas sin una razón aparente, y sin que medie una pareja, y pueden necesitar masturbarse para sentirse saciadas o relajadas. Como cualquier hombre.
5) Que el clítoris es sólo lo que se ve: “El clítoris no es un botón mágico para llegar al orgasmo, hay que conocer bien su anatomía, y hay que saber estimularlo”, expone la sexóloga. Cabe recordar que el clítoris es un órgano también interno formado por dos ramificaciones y un glande, que es lo que verdaderamente vemos.6) Que el tamaño importa, porque no saben que la vagina se adapta al pene: El miedo al tamaño del pene tiene que ver con el porno y la falta de educación sexual, pero también con el desconocimiento de lo que es una vagina. En este sentido, cabe recordar que la vagina está formada por estructuras musculares, y como tal es capaz de variar su tamaño, adaptándose al pene.
7) Que nuestro deseo solo se ve afectado "esos días”: Los hombres, por norma general, se siente incómodos cuando se habla de menstruación, y de hecho, en las clases de los institutos se les excluye de esta charla. Por ello pocos saben que el ciclo menstrual dura 28 días, en los que las mujeres vivencian diversos cambios, que pocas veces entienden, y no solo los días propios de la menstruación.
8) Que las mujeres embarazadas no pueden tener sexo porque se hace daño al bebé: De nuevo, este falso mito se debe al desconocimiento sobre cómo cambia la anatomía en el embarazo, por lo que hay que recordar, que salvo en embarazos de riesgo, no hay ningún problema con las relaciones sexuales, ya que el bebé en desarrollo está protegido por el líquido amniótico del útero, así como por los músculos del propio útero.
9) Que con la regla no nos podemos quedar embarazadas: Esta idea, también muy extendida en mujeres, se debe al desconocimiento del ciclo menstrual ya citado. La idea que hay detrás es que durante la menstruación se desprende el endometrio, lo que en principio haría complicado la anidación del embrión. Sin embargo, siempre existe el riesgo de ovulaciones no planificadas.
10) Que la píldora no supone ningún cambio en nuestro cuerpo: Es fácil despreocuparse de la anticoncepción por su parte, si no se tiene en cuenta que la toma de hormonas, como cualquier fármaco, tiene sus efectos secundarios. Aunque las píldoras actuales son más seguras, se pueden dar casos de dolores de cabeza, aumento de peso, cambios en la sensibilidad en los pechos, o cambios en el deseo.