ADIÓS A LOS GÉRMENES
Hay más de una fórmula eficaz, te contamos cómo preparar usar las más eficaces y sencillas.
Pocos días antes de que nos confinaran, los supermercados se convirtieron en auténticos escenarios de una película apocalíptica. No había nada. Ni papel de váter, ni conservas, ni muchos otros productos de primera necesidad.
Tampoco había desinfectantes. El miedo al Coronavirus nos hizo extremar las precauciones en la higiene personal y de nuestro hogar, y estos productos volaron de las estanterías de todos los establecimientos.
Ahora esta situación ya nos queda lejos, pero, ¿y si vuelve a pasar? Mejor estar preparado y tener en la despensa ingredientes con los que puedas fabricar tu propio desinfectante para limpiarlo todo. Vinagre, limón, bicarbonato... Te contamos cómo, hay varias maneras.
Con vinagre blanco
Nuestros abuelos ya usaban el vinagre para limpiarlo todo. Es un producto barato y efectivo para desinfectar toda la casa. Uno de sus componentes, el ácido acético, ayuda a descomponer la suciedad y a acabar con los gérmenes.
Para fabricar un desinfectante, debes añadir en un recipiente la misma cantidad de vinagre y de jabón líquido, mezclarlo y añadirle agua caliente.
El vinagre blanco también te servirá para eliminar malos olores, quitar manchas de vino y descalcificar todo tipo de electrodomésticos.
Con limón
Un agente antibacteriano natural que también se ha usado desde tiempos inmemoriales es el limón. Este cítrico es un potente limpiador que aguanta entre uno y dos meses en la nevera, por lo que es fácil de tener siempre a mano.
Para crear un desinfectante con esta fruta, mezcla la misma cantidad de jugo de limón con jabón líquido y, como en el ejemplo anterior, mézclalo todo con agua caliente.
Sobre superficies como las tablas de cortar, también se puede frotar directamente la mitad de un limón y luego exfoliarla con un poco de sal.
Esta fruta también sirve para blanquear tejidos y como desodorante natural si mezclamos su jugo con agua.
Con bicarbonato de sodio
Si al limón le añadimos bicarbonato de sodio, aparte de desinfectar, también blanquearemos y desengrasaremos. Este compuesto lo conocerán muy bien las personas que sufran ardor de estómago, ya que es un remedio habitual para esta dolencia.
Para hacer un desinfectante debes mezclar un cuarto de taza de bicarbonato de sodio con el zumo de dos limones y añadir una taza de agua casi hirviendo. Esta mezcla se debe dejar unos minutos sobre la superficie a limpiar para que actúe.
Recuerda
Si necesitas limpiar una superficie que podría haber estado en contacto con un enfermo de Covid-19, no uses estos desinfectantes. En este caso deberás recurrir a la lejía, tal y como recomiendan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tampoco olvides ventilar la estancia en la que podría haber estado el paciente positivo y después de desinfectar todo, recuerda lavarte las manos a consciencia y frecuentemente.
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Errores habituales que cometemos al desinfectar con lejía nuestra casa.