ECONOMÍA DOMÉSTICA

Una experta en economía lo tiene claro: En vacaciones necesitas una tarjeta de crédito, no de débito

Cuando hablamos de tarjetas de pago solemos llamarlas "tarjetas de crédito", sin embargo, no todas las tarjetas bancarias son de crédito. No hay que confundirlas con las de débito y no se deben usar para lo mismo. Te cuento la diferencia para saber cuál te conviene más.

A día de hoy prácticamente ninguno de nosotros podemos salir de casa sin tarjeta. A veces es un plástico físico que guardamos en la cartera, otras en el reloj o incluso en el móvil. El dinero físico está en desuso.

Diferencias entre tarjeta de débito y de crédito

La tarjeta de débito es aquella con la que puedes pagar o hacer reintegros del dinero que tenemos disponible en nuestra cuenta.

La tarjeta de crédito, sin embargo, nos permite contar con una cantidad de dinero de la que no necesariamente disponemos.

Las tarjetas de crédito son muy controvertidas por los intereses que se pueden llegar a pagar cuando se usan en pago aplazado, pero contar con una tarjeta de crédito no significa que vayamos a tener un préstamo, ya que tiene numerosos usos.

Tarjeta de crédito y pasaporte | Unsplash

Beneficios de tener tarjeta de crédito cuando vamos de vacaciones

Es importante tener en cuenta que el funcionamiento de las empresas turísticas en España puede ser diferente a las de otros países, por lo que no des por sentado que algo que en nuestro país pudiste abonar con una tarjeta de débito podrá ser pagado de la misma manera en el extranjero.

Por lo tanto, uno de los usos más beneficiosos de las tarjetas de crédito es llevarla cuando nos vamos de vacaciones, por distintas razones:

1. Garantía al alquilar un vehículo

Por un lado, la mayoría de empresas de alquiler de coche exigen presentar una tarjeta de crédito a nombre del conductor principal en el momento de recogida del vehículo. Esto es para contar con un medio de pago que les asegure un vínculo con esa persona de cara a abonar desperfectos no cubiertos por el seguro, multas o, simplemente, para saber que devolveremos el coche.

En algunas ocasiones nos permiten depositar una señal con tarjeta de débito, pero suelen exigir que la contratación sea de una de crédito, ya que, si cancelamos la cuenta durante el periodo de alquiler, sería complicado poder llegar a localizarnos si simplemente desaparecemos.

2. Pagos en hoteles sin problemas

Por otro lado, contar con una tarjeta de crédito nos da seguridad en las transacciones, ya que las de débito pueden fallar o pueden no ser admitidas comercios que exijan pagar con tarjeta de crédito (como por ejemplo, en los hoteles de algunos países).

3. Pagar sin intereses

Utilizar la tarjeta de crédito para estas transacciones no implica que vayamos a pagar intereses a nuestra entidad, ya que, si la forma que hemos escogido es abono del importe pendiente al cien por cien a final de mes, no pagaremos intereses de aplazamiento.

4. Te puede salvar en una emergencia

Sin embargo, hay una excepción en la que tener una tarjeta de crédito y fraccionar el pago durante unas vacaciones puede ser una opción interesante. Y no me refiero a pagar a plazos las compras, sino a contar con ella para una verdadera emergencia.

Muchas de nuestras tarjetas de crédito permiten modificaciones en la forma de pago a través de la app que tenemos en el móvil, de este modo, una tarjeta concedida por importe de varios cientos de euros a pagar a final de mes se puede convertir en una varios miles de euros en pago fraccionado. Ojalá nunca tengamos que hacer ese cambio pero, ¿y si sucede una emergencia y tengo que hacer frente a gastos médicos, vuelos inesperados o abono de algún servicio fruto de un percance por un importe que no tengo en mi cuenta? Haberla tenido en el bolsillo nos puede salvar la situación y, ya a nuestro regreso, gestionaremos ese aplazamiento de la mejor manera posible.