BEBE CON MODERACIÓN
Investigadores de la Universidad de Flinders, en Australia, han elaborado un estudio sobre los perjuicios del alcohol en las mujeres y, entre otras cosas, determinan que ellas son más susceptibles que los hombres a sufrir problemas de salud más graves.
A lo largo de los años se han hecho un montón de investigaciones sobre los efectos nocivos del alcohol, pero hay algo que tienen en común, y que ahora un estudio de la Universidad de Flinders, en Australia, ha dejado patente.
En todos ellos, o al menos en la mayoría, las mujeres no han estado lo suficientemente representadas. Así lo afirma Victoria Kostadinov, de la Facultad de Medicina y Salud Pública, y autora principal: "A pesar de ser más vulnerables a los daños relacionados con el alcohol, históricamente las mujeres han estado subrepresentadas en la investigación sobre el alcohol". Además, añade que estos estudios no diferencian entre las mujeres que beben "ligeramente" por encima de lo recomendado y aquellas que "beben muy por encima de estos niveles".
Que las mujeres estén infrarrepresentadas es un grave problema por varios motivos. Uno de ellos es la dificultad de poder elaborar estrategias para prevenir y gestionar el consumo de muy alto riesgo, alerta Kostadinov.
Según sus autores, este estudio es el primero realizado en Australia que se centra en la prevalencia y las características de las mujeres que beben en exceso "para crear un perfil nacional" y esperan ayudar a las autoridades sanitarias públicas a garantizar apoyos adecuados a las mujeres para reducir los efectos negativos del alcohol.
El dato más significativo es que más de 300.000 mujeres australianas beben alcohol a niveles de "muy alto riesgo", esto es, "11 o más bebidas estándar de una sola vez al menos una vez al mes". Hay que tener en cuenta que el nivel considerado recomendado está situado en "4 bebidas estándar diarias o 10 por semana".
La profesora Jacqueline Bowden, directora del Centro Nacional de Educación y Capacitación sobre Adicciones (NCETA), avisa que este consumo excesivo puede incrementar el riesgo de padecer cáncer digestivo, de mama y de páncreas, ya que el alcohol es un carcinógeno del grupo 1, el mismo tipo en el que se encuentran la radiación y el tabaco.
Además, puede generar otras patologías como problemas hepáticos, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental como depresión y ansiedad, añade Kostadinov. A todo esto, hay que sumarle que beber demasiado puede perjudicar los ciclos de estrógeno y progesterona, y tener efectos negativos en la menopausia, tal y como se ha demostrado en anteriores ocasiones.
Este estudio concluye también que el 10,4% de los hombres consume en niveles de muy alto riesgo, frente al 3,1% de las mujeres. Aun así, "los resultados indican que muchas mujeres australianas beben a tasas muy altas", afirman los investigadores.
Sobre el perfil de las mujeres, la investigación ha definido que "tienen más probabilidades" de ser jóvenes, solteras y que sufran malestar psicológico o problemas de salud mental.
Un dato muy significativo del cambio de tendencia a lo largo de la historia es que entre 1950 y 1980, creció un 203% el consumo de alcohol diario entre las mujeres australianas (en los hombres, el incremento fue tan solo del 6%).
Asimismo, los investigadores australianos se han fijado en otros estudios en los cuales se demuestra que durante los años 90 se fomentó la compra de bebidas alcohólicas y una cultura del consumo de alcohol, "dirigidos específicamente a las mujeres".