CALOR A RAYA
Con la canícula, todos los consejos son bienvenidos para tener una temperatura más fresca en casa. Pero algunos son más efectivos que otros…
Y además, no se trata solo de tener una temperatura más agradable y que no estés sudando como pollo sino que además, si puedes evitar gastar más, ¡mejor que mejor! Rockwool nos da estos cinco consejos para un confort térmico de la casa. Toma buena nota:
- Aisla térmicamente: una vivienda bien aislada nos ahorrará dinero en calefacción en invierno y gasto de aire acondicionado en verano. Puede parecernos que el aislamiento es un gasto pero a medio plazo, es una inversión en toda regla: “En este caso, la lana de roca, la base de todas nuestras soluciones, por sus propiedades térmicas ayuda a mantener una temperatura óptima y constante, sean cuales sean las condiciones climáticas del exterior”, explica Mercè Sánchez, responsable del Área Técnica de Rockwool. La lana de roca funciona como protector en la construcción y, al mismo tiempo, retrasa y reduce los picos de temperatura.
- Puertas y ventanas reforzadas: otro de los lugares de nuestras casas por las que se escapa el calor o por las que éste entra, son las puertas y las ventanas, y no solemos prestar mucha atención ni a las unas ni a las otras. Para evitar que se filtre el calor exterior en verano, puedes aplicar masillas o burletes, unas piezas de silicona que evitan que se produzcan fugas de aire, y también puedes instalar toldos o persianas para proteger la vivienda del sol y, así, evitar las altas temperaturas.
Otra opción es usar cortinas aislantes térmicas que impiden el paso del calor. “En caso de que quieras renovar las puertas y ventanas, será importante que escojas aquellas que incluyan etiquetas de eficiencia energética, ya que consumen menos. Las de baja emisividad no dejan que el calor exterior entre en tu casa y permiten la reducción entre un 30% y 50% del consumo de energía”, dicen en Rockwool.
- Ojo a cuándo enciendes los electrodomésticos: un truco es evitar encender aparatos eléctricos como televisores, hornos u ordenadores, durante las horas más calurosas del día. ·Estos dispositivos generan mucha energía que se libera en forma de calor. Por ejemplo, el uso del lavavajillas puede aumentar hasta 2ºC la temperatura de un espacio. Por ello, cuando los enciendas, intenta no estar cerca y cerrar bien las habitaciones, para que el calor no se transmita al resto de la vivienda”, aconsejan.
- Apaga las luces: durante los meses de verano hay más horas de luz solar. Así pues, aprovéchalas al máximo. Un buen consejo es usar terrazas o balcones en las horas que no toque el sol y hacer actividades en esos espacios frescos al aire libre. “En caso de que necesites iluminación en tus espacios interiores, puedes cambiar las bombillas por las de LED, que emiten menos calor en las estancias”.
- Dale un toque verde a tu hogar: y con esto no nos referimos a que lo pintes de verde sino a que pongas plantas. Uno de los principales beneficios de tener plantas en la vivienda es que ayudan a humedecer el ambiente y, por lo tanto, a refrescar la casa. “Regarlas ayuda a enfriar la atmósfera cargada del calor exterior. Además, absorben los gases contaminantes y purifican el aire de la habitación donde se encuentran”, finalizan.