Cuidado con lo que compras
La ciencia de la nutrición está en plena ebullición. A nivel científico mantiene un interés en auge, por lo que se está avanzando a pasos agigantados, y la divulgación de esta materia también crece. Da la impresión de que nos preocupamos más que nunca a la hora de cuidar nuestra alimentación.
Se percibe en las conversaciones de nuestros vecinos, en nuestras consultas, en los medios de comunicación, pero también en el mensaje que transmite la publicidad de las marcas de productos alimenticios, en sus propios envases y etiquetas. Esto está provocando confusión en el consumidor. A continuación te muestro varios ejemplos de productos que quizás estás comprando en el supermercado, precisamente por pensar que son saludables. Y te ofrezco a su vez alternativas mejores, nutricionalmente hablando.
1. POSTRE LÁCTEOS DESNATADOS, AZUCARADOS Y ENRIQUECIDOS en multitud de micronutrientes que ya posee tu dieta habitual: en artículos anteriores ya hablamos de las desventajas de elegir lácteos desnatados, ahora vamos más allá, pues el pasillo de la gama de postres aumenta: postre de chocolate 0% grasa que, si lees bien lleva adicionado tanto azúcar como un helado cualquiera; sin lactosa, cuando, si no presentas ningún problema ante este este azúcar naturalmente presente en la leche, un producto con esta etiqueta no indica que sea más saludable; postres que intentan parecer yogures pero realmente están hechos a base de leche en polvo, azúcar y saborizantes. Son solo algunos ejemplos. De este pasillo, la opción más saludable sería:
- Yogur natural sin azúcar, sin edulcorar, sin nada más añadido salvo cultivos propios del yogur, que son los que lo diferencian y lo hacen saludable. De vaca, aunque me parecen muy buena elección de cabra y /o de oveja.
- Queso batido natural o quesos naturales.
- Kéfir de vaca o de cabra.
- Cuajada sin azúcar.
- Requesón.
2. CEREALES "DE DESAYUNO": alguien decidió que este producto era para consumir a primera hora del día, y con ello, nos lo colocaron en la base de la ya obsoleta y tan criticada pirámide de la alimentación, convencidos todos de que era ideal para empezar el día, beneficioso para niños y adultos, nada más lejos de la realidad. Vamos asumiendo que son cereales muy procesados y con gran cantidad de azúcar, pero las marcas han sacados nuevas versiones "integrales" (falso, pues simplemente llevan algo de fibra añadida, no están constituidos por el cereal integral), sin azúcar (mientras le añaden azúcar con otras nomenclaturas, como siropes, fructosa, o edulcorantes, consiguiendo un producto incluso más dulce).
Si necesitas una alternativa a este producto te recomiendo comprar el cereal entero, como copos de avena (en cuyo etiquetado de ingredientes lo único que contiene la caja es copo entero de avena), copos de maíz, o similares, cuidando lo indicado en la etiqueta. Otra opción es la tradicional tostada, mejor de pan integral, o, lo que más te recomiendo, dejar de pensar que los cereales o el pan son la única opción para desayunar, una simple pieza de fruta con un huevo revuelto es un desayuno que gana a las otras opciones mencionadas.
3. GALLETAS INTEGRALES: todo lo explicado anteriormente sobre los cereales es aplicable a las galletas, digan lo que digan. Mi recomendación: come ocasionalmente la que te guste, pero nunca pensando que es saludable, o te ayudará con el colesterol o el estreñimiento. En términos de salud mi recomendación es, ninguna.
4. FIAMBRES: nos cautivó su bonito color rosa y ese reclamo tan llamativo de "sin grasa". Pero la propia denominación "fiambre" ya nos indica que es un producto de peor calidad nutricional. Suelen llevar en su composición poca carne y de baja calidad, azúcares y exceso de sal y otros ingredientes que los hacen muy apetitosos. La alternativa como fuente de proteína para unas tostada, bocadillo, ensalada o preparación, sería huevo campero, jamón ibérico, quesos tiernos o curados, patés de legumbres como el hummus, cremas de frutos secos o tofu, si lo que buscas es una opción baja en grasa.
Ninguno de estos productos y sus variedades que "gritan" tener muchas propiedades saludables son mejores que una pieza de fruta y un puñado de frutos secos, una verdura, un huevo o unas hortalizas frescas. La diferencia es que estos últimos no necesitan decirte lo maravillosos que son, la comparación les ofende.