ASÍ AFECTA
Existen casos en los que una mujer no es consciente de que está embarazada hasta un estado avanzado de la gestación. Se trata de un embarazo críptico, también conocido como embarazo silencioso o trastorno de negación del embarazo. En este artículo te explicamos en qué consiste este trastorno y por qué es más común de lo que te imaginas.
Para muchas mujeres, sobre todo para las que ya han pasado por un embarazo, es muy difícil entender cómo es posible que una mujer que esté gestando un bebé no se dé cuenta hasta un estado avanzado o, incluso, hasta el momento del parto. La respuesta es simple, estas mujeres sufren un trastorno de negación del embarazo.
La negación del embarazo es una patología en la que la mujer no tiene consciencia psicológica ni fisiológica del embarazo. Se le conoce también como embarazo críptico, silencioso o sigiloso.
Según el gabinete de psicología PsicoAbreu, hay dos tipos de negación del embarazo:
El embarazo se relaciona, por norma general, con una serie de síntomas que, a priori, son inequívocos, pero no se manifiestan en todas las mujeres, por lo que la gestación puede pasar inadvertida para ella misma y su entorno.
Los mareos, las náuseas y los vómitos, a pesar de ser muy comunes, no todas las embarazadas los acusan.
Muchas mujeres tienen un ciclo menstrual irregular, por lo que no relacionan la ausencia del sangrado con un embarazo. Asimismo, un alto porcentaje de mujeres tiene pérdidas durante la gestación, que pueden llevar a equívocos con la menstruación.
La obesidad, el sobrepeso, la acidez o los gases pueden generar confusión con el aumento de las mamas, el abdomen e incluso los movimientos fetales.
El trastorno de negación del embarazo tiene unos efectos directos sobre la mujer y su bebé, por lo que podemos diferenciar claramente consecuencias psicológicas y ginecológicas o pediátricas.
Los 9 meses que dura un embarazo sirven para que la fecundación llegue a buen puerto y el feto se desarrolle con normalidad dentro del vientre, pero también es un periodo en el que se desarrolla el vínculo emocional entre la madre y el bebé, lazo que permite a la mujer prepararse para ser madre.
Sin embargo, en los casos de la negación del embarazo no se da este proceso, llegando a causar verdaderos choques emocionales en la mujer cuando nace el bebé sin esperarlo.
En este punto debemos tener en cuenta también el contexto social, pues muchas mujeres que sufren este trastorno son tachadas de mentirosas e irresponsables, llegando a provocar desórdenes anímicos, que pueden terminar en depresiones postparto.
Una mujer que es consciente de que está embarazada abraza un estilo de vida determinado, como no consumir ciertos alimentos y prescindir del consumo de alcohol y tabaco, por ejemplo. También se evitan una serie de pruebas incompatibles con la gestación, como pruebas que impliquen radiografáias, por ejemplo.
Además, a lo largo de un embarazo, se recomiendan una serie de cuidados prenatales y un seguimiento médico que ayuda a diagnosticar enfermedades del feto y posibles complicaciones durante el parto.
El desconocimiento del proceso de gestación para una persona que sufre el trastorno de negación del embarazo puede perjudicar el estado de salud tanto de la madre como del bebé, y poner en riesgo sus vidas.