FECUNDIDAD
El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad y por eso hoy te contamos qué cosas pueden estar afectando a tu fertilidad sin que tú tengas quizás constancia de ello.
No has tenido hijos, pero es algo que no descartas de cara al futuro pero, ¿podrás tenerlos sin problemas? Son ya varios estudios los que demuestran que los hábitos de vida adquiridos son los que más han perjudicado a la salud reproductiva, tanto de hombres como de mujeres. Según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Fertilidad, la infertilidad afecta ya a una de cada cinco parejas y se prevé que en uno o dos años, este problema afecte a una de cada cuatro.
Más datos: un 20% de la población menor de 40 años tiene problemas a la hora de tener hijos, y en el caso de mujeres ese porcentaje aumenta al 30%. Ovario poliquístico y endometriosis influyen en una baja tasa de fertilidad de las féminas, así como el tabaco, el alcohol, una mala alimentación… estos últimos son igual de perjudiciales tanto para ellos como para ellas.
Con este abrumador panorama, ¿hay factores que puedas controlar para que no afecten a tu fertilidad? Porque algunos escaparán a tu control pero quizás otros sí se pueda hacer algo… Hablamos con la ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri a este respecto y esto es lo que nos cuenta: “Durante la edad fértil, de forma cíclica, liberamos una serie de hormonas de tal forma que cada mes el cuerpo se prepara de forma completa para dar la oportunidad de un embarazo. Todo esto emana de un eje hormonal denominado eje hipotálamo-hipofiso-ovárico y todo aquello que pueda alterar el eje hormonal puede afectar a la fertilidad. Hay cosas que lo alteran y no podemos cambiar (los factores genéticos, edad, enfermedades auto-inmunes, crónicas…) y otras que sí podemos cambiar, como los factores ambientales, que pueden hacer que ese eje funcione peor”, explica.
¿Qué factores ambientales lo alteran? “Pues por ejemplo, los disruptores endocrinos (que son sustancias químicas presentes en muchos productos de consumo habitual como los cosméticos, ciertos alimentos…). También, todos los malos hábitos alimenticios como un exceso de alimentos procesados, refinados…. Además, el déficit de vitamina D también lo puede alterar”, dice Al Adib Mendiri. Lo de la vitamina D puede solucionarse fácilmente (tenerla baja es algo que ocurre a menudo, a hombres y mujeres, durante el invierno): puedes simplemente tomar el sol o suplementarte si es que vives en una zona donde el astro rey se vea poco.
Ojo con el estrés
Seguimos: hay más factores que están afectando a tu fertilidad: el estrés, como en otros muchos aspectos, nos puede jugar una mala pasada y esto también es algo que puedes intentar controlar.
En definitiva, “Los únicos cambios que nosotras podemos hacer son los relacionados con los factores ambientales que hemos comentado”, finaliza la experta. Y no son pocos, así que manos a la obra.