VUELTA A LA RUTINA
Sí, parecía que no iba a llegar, pero septiembre ya está aquí. Y este año la vuelta al cole y la vuelta a la oficina llega con más interrogantes que nunca.
Pero no vamos a hablar de nuevo aquí del coronavirus, para eso ya hacemos otros textos. Aquí vamos a darte una serie de consejos para que tu vuelta a la oficina no te pase factura en unas semanas. A saber, te vamos a facilitar una serie de estiramientos que harán el regreso al trabajo más fácil.
Eso sí, como todo en la vida, se trata de ser constante, si los haces un día y nunca más se supo, no te servirán de gran cosa. Si quieres notar mejoría y que estar sentado mucho tiempo no sabotee tu salud, hay que incorporarlos a la agenda diaria.
Evita ojos cansados
Todos lo sabemos, pasar demasiado tiempo frente a la pantalla, acaba generándote dolor de cabeza y picor de ojos: sí, son síntomas de fatiga visual. ¿Qué puedes hacer? Pues trabajar los ojos: ponte derecho en la silla y lleva la mirada al extremo inferior derecho y de ahí, hacia arriba. Luego a la izquierda y de nuevo, hacia abajo. Ahora mueve los ojos en dirección contraria. Repite este ejercicio cinco veces.
¿Sientes el cuello dolorido y los hombros tensos?
No lo dudes, es por teclear: de tanto mirar hacia abajo, la parte superior del trapecio y del cuello se estiran y tensan. Para prevenir y mejorar estas dolencias, gira la cabeza por encima de cada uno de los hombros. Después, deja caer el oído derecho sobre el hombro derecho, llevando dos dedos a la parte superior de tu cuello, detrás del oído izquierdo y localiza el músculo esternocleidomastoideo (sí, es largo de escribir pero no tan difícil de localizar). Ahí, y siempre en esa posición, masajea ese músculo dando pequeños golpecitos. Repite todo esto del lado izquierdo. Esto puedes hacerlo de pie o sentado, como prefieras. Otro estiramiento que puedes hacer, en este caso, sentado en el extremo de la silla, es el siguiente: extiende los brazos detrás de la espalda y entrelaza los dedos. Trata de mantener las palmas juntas y lleva los hombros hacia atrás, sacando pecho. Si puedes, levanta al mismo tiempo las manos entrelazadas. Trata de permaneces así un minuto.
También, hay algunas posturas de yoga, la del gato y la vaca que pueden ayudar a quitar tensión de la espalda, abrir el pecho y estirar la espalda.
Pon en forma la espalda baja
Cuando estamos sentados durante horas, la espalda baja se contrae y los músculos posteriores de las piernas, en especial, los isquiotibiales, se acortan. La postura de yoga “perro mirando hacia abajo”, modificada con ayuda de tu mesa de trabajo o la de la cocina conseguirá estirar toda la parte posterior del cuerpo. Ponte de pie, sin la silla de trabajo cerca, y coloca las palmas de las manos sobre la mesa: ahora, camina hacia atrás hasta que los brazos queden extendidos y tu cuerpo forme una L con los pies alineados bajo las caderas. Presiona la mesa con las manos, alarga la espalda y lleva las caderas hacia arriba y hacia atrás. Mantén esta postura diez respiraciones.
Los pies, esos grandes olvidados
Un masaje en la planta de los pies puede aliviar más dolencias de las que te puedas imaginar, compruébalo con este ejercicio: siéntate en el suelo con las piernas extendidas y los pies rectos. Exhala y flexiona el cuerpo hacia adelante con la espalda recta y lleva los dedos de las manos hacia adelante, al lado de las piernas. Hasta donde puedas. Observa hasta dónde llegas con las manos. Sigue en el suelo y coloca una pelota de tenis bajo el tercio anterior del pie, presiona con todo el peso que puedas y rueda la pelota de arriba abajo a lo largo del pie varias veces. Repite con el otro. Cuando termines, vuelve a hacer la flexión anterior y comprueba ahora dónde llegan tus manos.