TRUCO DE COCINA
A la hora de cocinar, es habitual que algunos platos desprendan mucha grasa. Pero hay un truco muy sencillo para quitar ese exceso de grasa. Solo necesitaremos un hielo y conseguiremos equilibrar el plato.
No pasarnos con el aceite en la cocina, en ocasiones, es una tarea bastante complicada. Cuando cocinamos fritos o alimentos con grasa como bacon, aunque intentamos no pasarnos con el aceite, suele ser habitual que el plato quede muy grasiento.
De la misma forma que pasa con las lentejas, por ejemplo, que puede acumular grasa en el caldo. Pero no hay que preocuparse por ese exceso, ya que existe un truco muy sencillo para retirar la grasa y equilibrar así el plato.
Es conveniente destacar -para entender el truco- que la grasa se solidifica con el frío, por lo que utilizaremos hielo para retirarla del plato. El consejo ideal sería guardar la comida en la nevera, pues de esta forma la grasa se concentrará en la parte superior del plato y será mucho más sencillo quitarla.
Sin embargo, para retirarla de los platos recién hechos que queremos consumir en el momento necesitamos un cubo de hielo, a ser posible industrial. Cogemos el cubito y lo introducimos en la olla, haciendo que la grasa se adquiera a él y se solidifique a su alrededor.
Debemos retirarlo rápido para que no se derrita y agüe la salsa o la comida que hayamos cocinado. Tras esto, quitamos la grasa que se haya adherido a él y lo volvemos a introducir en caso de que fuera necesario.
Pero CUIDADO: la grasa que hemos retirado no la debemos desechar por el fregadero, ya que podría atascar las tuberías además de ser perjudicial para el medioambiente. En su lugar, la tiraremos a la basura.
Cabe destacar que si el plato no tiene salsa, como unos filetes de lomo o unas croquetas, lo más sencillo y rápido es utilizar papel de cocina absorbente. Este lo colocaremos sobre la comida para que absorba el exceso de grasa.