¡Y ahorra pasta!
Se llama Kakebo, es muy sencillo y sólo necesitarás una caja, una libreta y un bolígrafo para apuntar.
¿Cuánto puedes llegar a ahorrar? Algunos expertos hablan de hasta el 35 % de tu salario. Nosotras somos más realistas, y no queremos ir mes a mes ajustadas, lo que queremos es tener un colchón con un fin para dentro de meses.
Si lo quieres es ahorrar ya para las vacaciones del año que viene, lo mejor que puedes hacer es planificar paso a paso y de manera constante. ¿Puedes guardar 100 euros de tu sueldo en una caja y no utilizarlo hasta el año que viene? Fenomenal, ahí tienes un buen colchón para pensar en unas vacaciones geniales que no te arruinen cuando lleguen.
Se trata de ser previsoras. De la misma manera que si tienes una boda, un bautizo, un aniversario de tus padres especial, y todo el mismo año. Pues chica, es el momento de añadir a tu caja de ahorro algo más, por lo que pueda pasar.
Quien se administra mejor, más tiene, y si lo aplicamos a nuestro país, el Kakebo sería como los nidos que nuestras abuelas hacían, guardaban dinero siempre que podían en diferentes lugares para poder recurrir a ellos sin que descuadrase el mes. Y funcionan.
El origen del Kakebo
El kakebo (pronunciado "kakiboh") es una palabra japonesa para denominar al libro de cuentas del hogar, y su origen se remonta a 1904, según Fumiko Chiba, autora del libro 'Kakeibo: El arte japonés de ahorrar dinero'. Ahora tenemos un Excel, antes un libro de cuentas, como cualquier empresa, porque ya sabemos que si no sabes gestionar la economía de tu casa, difícilmente vas a gestionar algo más allá.
El método japonés para ahorrar
Ellos son más ordenados que nosotros, pero podemos aprender. El ahorro se divide por materias, ellos apuntan todo, desde los gastos diarios, a los extraordinarios. Y apuntan los ingresos, por supuesto, para analizar bien en qué se va el dinero, en qué se puede ahorrar…
La filosofía detrás del método del kakebo es poner el foco en las cosas de las que no se puede prescindir, y deshacerte de lo que no es un gasto básico. Eso sí, debes preguntarte: ¿cambiarás el próximo mes para ahorrar más? ¿Cuánto dinero te hubiera gustado ahorrar?
¿Cuánto estás gastando de verdad?
Hay una variante del método que consiste a primeros de mes, coger dinero en efectivo, y añadirlo en diferentes cajas, o sobres, con fines determinados: el ahorro de tu hija mayor, el viaje del año que viene, la boda de tu primo… no hace falta que sea mucho, con que vayas añadiendo una cantidad determinada que luego puede ir variando, irás consiguiendo mucho.
Imagina, 100 euros que destinas al ahorro, 100 euros que no vas a ver en tu día a día, pero sí en el futuro cercano. ¿Puedes vivir cada mes sin 100 euros? 50 a las vacaciones futuras, 10 a tu hija, 20 a los eventos familiares y 20 a sorpresas varias… Así cada mes.
El hecho además de apuntarlo todo te permite ser más consciente del ahorro que vas teniendo, así cada vez que ingresas dinero, sumas y vas viviendo que tal vez puedas añadir más, o mejor dejarlo como está para que nada se resienta y puedas seguir haciendo tu vida diaria de manera normal.
En Japón, los libros del ahorro se venden muchísimo, es una manera de organizarse y verlo todo de manera lineal. Y al estar escrito y actualizarlo de manera mensual, semanal, o diaria, verás cómo organizarte mejor. Y te darás cuenta que el ejemplo de los 100 euros tal vez pueda aumentar. Y si de repente tienes un imprevisto, puedes recurrir a tu ahorro, no estropear la economía familiar, y seguir con el ahorro el siguiente mes.
La clave, la constancia. El éxito, el que llegues dentro de un año por ejemplo, o cuando hayas marcado tu objetivo, y descubrir que puedes hacer lo que soñabas sin esfuerzo extra.