¿LO CONOCÍAS?
Si eres de los que sacude el salero y no consigue la cantidad que quiere haciéndolo: lo estás haciendo mal. Y es que, el diseño del salero de cristal no es una cuestión estética, sino que tiene un fin práctico que probablemente no conocías.
Aunque los saleros sean un objeto cotidiano que todos utilizamos, estamos seguros de que lo estás utilizando mal y que tienen un uso que no conocías. Este uso tiene que ver con su diseño, pues no se trata de algo solamente estético. Si quieres saber a qué nos referimos, te lo contamos a continuación.
La manera de conseguir hacer caer la sal al plato es poner el recipiente boca bajo para que caiga por las ranuras. Pero hay una manera mejor para que la sal se reparta de manera más uniforme por el plato: hacer vibrar el salero. Aunque pueda sonar extraño, el salero cuenta con un diseño específico para conseguir esa vibración.
Esto se consigue mediante las pequeñas rayas que encontrarás en la parte inferior del bote. Con otro bote o el propio dedo índice recorriendo toda la parte de abajo del salero, podrás hacer vibrar el recipiente y conseguir que se reparta mejor la sal en nuestra comida.
Aunque si tu salero es de plástico, muy probablemente no cuente con estas pequeñas marcas en su parte inferior. En esos casos, podrás dar pequeños toques con tu dedo en el salero para hacer que caiga la sal de su interior poco a poco y de manera más controlada. ¿Lo sabías?