Ojo con este vampiro del amor
Si crees que un narcisista no es nada más que un tío que solo habla de él en la primera cita, difícilmente vas a ser capaz de desenmascarar a los que tienes cerca.
Resulta que no todos los narcisistas dan el perfil de niño rico presumido que lleva mocasines sin calcetines. No. Muchos de ellos pueden parecer incluso más feministas que tú, darte la razón en todo lo que dices y “entenderte” mejor que ningún otro hombre que hayas conocido… hasta que un buen día dan un giro de 180° y te llaman puta en mitad de una pequeña pelea. Sí. Salir con un auténtico narcisista y destapar su comportamiento puede ser agotador y muy perjudicial (que se lo digan a Beck, la protagonista de You), así que aquí tienes una lista de las señales que debes empezar a vigilar a partir de ahora.
1. Hizo lo imposible para conquistarte, pero solo al principio
Si no te entra en la cabeza cómo alguien que te enviaba mensajes sin parar para decirte que te quería de repente se muestra grosero y distante, esa puede ser tu primera señal. Los narcisistas son verdaderos vampiros del amor. Son capaces de hacer que te sientas especial desde el minuto uno. Son grandes cortejadores porque están motivados por ganarte, no por conocerte. Sus gestos son los más románticos y sus regalos los más acertados, porque te habrán estado estudiando al detalle para saber exactamente cómo ser el compañero ‘perfecto’ para ti. Los narcisistas son expertos en ganarse el afecto de sus objetivos desde el principio, pero tienen problemas para mantener las relaciones a largo plazo.
2. Son muy egoístas cuando pueden salirse con la suya
Si aún no ha pasado la etapa dulce de la relación o simplemente porque hay otras personas cerca, un narcisista es el compañero más cortés y atento. Pero cuando nadie mira intentará anteponer sus necesidades a las tuyas. Porque los narcisistas ven a las personas como objetos, y eso incluye cortar con sus parejas de un día para otro si han perdido el interés, pues más que seres vivos que respiran y sienten, para ellos son meros objetos que manipular a su antojo. Una buena señal a tener en cuenta para saber si la persona que duerme a tu lado es así en realidad, es su motivación para comprarte regalos. ¿Lo hace porque sí, sin ninguna razón aparente? ¿O solamente te sorprende llenándote la casa de flores después de que te haya gritado como un salvaje durante una discusión? El primero es el comportamiento normal de una pareja cariñosa que piensa en ti. El segundo corresponde a alguien que está comprando tu afecto para que te quedes a su lado incluso cuando la relación se vuelve una pesadilla.
3. Se preocupa más por la imagen que por la relación
A la presión que un narcisista ejerce sobre sí mismo para hacer creer a todos que es el mejor candidato a tu amor, hay que sumar la obligación que él mismo se autoimpone para cumplir el ideal de pareja perfecta de cara a la galería. El narcisista no se centra en el crecimiento de la relación sino en la imagen que da de ella, porque su propia autoevaluación le confirma que ya ha evolucionado lo suficiente y además ha hecho estupendamente bien. Por eso sentir que está perdiendo el control de la opinión de los demás le genera una angustia interior difícil de llevar. No puede tolerar el fracaso y la humillación pública es el peor de ellos. Su ego es a menudo frágil, por lo que cualquier ‘ataque’ a su reputación le pone furioso.
4. Está constantemente quejándose de todo lo que haces
Cuando te conoció le encantaba TODO de ti. Ahora, esas mismas cosas, el sonido de tu risa, tu mal gusto con las tartas, tu tendencia a ver programas malos en la tele, son un problema. Los narcisistas tienden a tener una imagen concreta de cómo quieren que sea su pareja y tarde o temprano tratarán de controlar tus comportamientos y tus elecciones. Presta especial atención si empieza a criticar cómo te comportas con tus amigos cuando él está presente, si se queja de que no le ríes las gracias y se enfada porque cree que buscas dejarle mal. Alguien que realmente se preocupa por ti discutirá contigo con calma sobre cómo se siente y llegará a un acuerdo contigo en lugar de reprenderte.
5. Es literalmente imposible discutir con ellos
La razón por la que las peleas con narcisistas son tan profundamente confusas es muy simple: nunca se equivocan. Los desacuerdos y los argumentos siempre estarán desequilibrados porque no son capaces de alcanzar el nivel de madurez emocional necesario. Esto es simplemente porque los narcisistas creen que han terminado de crecer y que su versión de la verdad es definitiva y absoluta. Puedes tener capturas de pantalla de lo que te dijo y todavía encontrará una manera de decir que no es verdad. También es muy probable que te amenace con romper o te dé un ultimátum si te niegas a ceder y no te disculpas. Es la mejor forma de desmontar a un narcisista.
6. Son maestros en hacerte creer que tú eres la dramática
Como si las riñas constantes no fueran ya suficientemente malas, los narcisistas también tienen la habilidad de convencerte de que en realidad tú eres la ‘drama queen’ de la historia. Son manipuladores que no tienen reparos en tergiversar las palabras o las acciones de un amigo de manera que les haga sentir culpables o arrepentidos por cosas sobre las que no tienen motivos para sentirse mal. Esto es, si cuando planteas un problema para él “estás sacando las cosas de quicio de nuevo”, si al explicar tu punto de vista “eres terca, egoísta o estás loca”. Nunca se darán cuenta de que son quienes se niegan a comprometerse y se esconden tras las discusiones porque no pueden asumir el hecho de equivocarse. Agotador.
7. No tienen amigos de verdad
Los narcisistas no tienen amigos, tienen objetos de colección. Usan su particular encanto para rodearse de amistades superficiales, pero no se esfuerzan por mantenerlas. Les aterroriza bajar la guardia y que les vean como ‘humanos’, por eso nunca terminan de abrirse con nadie y nunca están realmente ahí para un amigo si les incomoda la situación o no les hace parecer caritativos o amables. Y por supuesto, esto se traslada igualmente a sus relaciones de pareja.
8. Tienen una larga lista de ex y todas “están locas"
No hace falta que te digamos que si un chico vuelve locas a sus ex, él es quien tiene el problema. Igual no usa la palabra ‘loca’, pero sí ‘difícil’, ‘problemática’, ‘dramática’, ‘obsesiva’, para describir a todas sus socias anteriores. Los narcisistas buscan ser víctimas en todas sus relaciones, embelleciendo sus cualidades y vilipendiando a sus ex para lograr la anhelada imagen de semidiós. Y lo normal es que les acompañe una maleta de fracasos amorosos. Tiene sentido: estar obsesionado con la imagen no es exactamente la base de una relación sana.
9. Vuelven a ser dulces otra vez cuando muestras un poco de independencia
Los narcisistas necesitan atención y afecto constantes para sentirse bien (pero, irónicamente, te tratan como basura una vez que les quieres). Así que, naturalmente, cuando sales con tus amigas o pasas un tiempo por tu cuenta, entran en pánico. Si tratas de reclamar espacio para ti misma, el narcisista puede sentir que estás tratando de quitarle parte de su propia identidad, y se esforzará mucho más para que vuelvas a su lado. Para recuperar su autoestima, los narcisistas pueden llenarte de regalos o ser especialmente afectuosos cuando llegas tarde a casa. Y las cosas pequeñas, como olvidar ponerte el collar que te compró, puede desencadenar en una auténtica batalla.
10. Luchan cuando se dan cuenta de que no son irreemplazables
Afortunadamente, el comportamiento abrumador de un narcisista suele hacer que te canses y empieces a alejarte emocionalmente. Y ahí es cuando se vuelven paranoicos. Cuando sienten que te están perdiendo para siempre, pueden hacer cualquier cosa. Desde coquetear o ponerte los cuernos con alguien para provocarte celos, hasta amenazar con largarse primero para no ser el ‘dejado’. Sus acciones son insensibles porque tu único valor para él era el de accesorio, y si ahora ya no vales nada, hasta luego Maricarmen. Para ellos, es mejor ser un gilipollas y romperte el corazón dando un portazo, porque lo que les importa es quedarse con la sensación de control.
11. Quedar con ellos te hace sentir mal contigo misma
A estas alturas deberías tener claro que un narcisista no te es alguien que te haga sentir bien contigo misma. Al menos no todo el tiempo. La crítica repetida sobre los problemas más insignificantes, el escaqueo de los argumentos y la incapacidad de admitir una parte de culpa tiene inevitablemente un impacto emocional en cualquier ser empático que desea que la relación funcione. Si su poder sobre ti es muy fuerte puedes llegar a aceptar que eres menos que él y menospreciarte recibiendo críticas que no mereces. Esto crea una relación de codependencia tipo yoyó: mientras uno intenta distanciarse, a lo que vuelve es a los viejos patrones. La única manera de romper el ciclo es que el narcisista se aburra y saque su peor cara, la ira, y que detectes estos signos y salgas de ahí (posiblemente con daño emocional).
Si al leer esta lista algo en tu interior se acaba de remover, has de saber que mereces algo mejor y no necesitas quedarte con esto. Hay mucho amor para ti ahí fuera, pero nunca te llegará de esta persona.