Peras no deben ir con resto de frutas
A veces miras la nevera o la cocina en general, y tardas en encontrar lo que buscas, o sientes que está todo revuelto y algo te dice que está mal, pero piensas, luego haré. Hasta hoy.
Guardar correctamente un alimento implica que conserve sus propiedades organolépticas (por ejemplo, que el pan no se ponga ni duro ni chicloso) pero sobre todo, lo más importante es que siga siendo seguro para el consumo, es decir, que no se eche a perder y no nos ponga enfermos.
Parece una tontería, pero a veces hacemos demasiadas locuras… Para evitar caer en el error y tener los alimentos perfectamente conservados, preguntamos a la nutricionista Cristina Bouzas, investigadora en el Grupo de Investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo de la Universidad de las Islas Baleares & Cristina Bouzas, además de vocal de formación del CODINUCyL.
En casa hay tres factores que podemos controlar a la hora de conservar los alimentos:-el tiempo de almacenamiento, que siempre debe ajustarse a la fecha de caducidad;
-la temperatura de almacenamiento, en casa tenemos 3 temperaturas diferentes, el congelador (entre -18 y -20ºC), el frigorífico (de 8 a 0ºC), y temperatura ambiente, que depende de la época del año y la climatización de la habitación de almacén.
-la limpieza del área de almacenamiento. Parece obvio, pero no siempre se mantienen la nevera y los armarios limpios.
Pero además, y para tenerlo todo organizado, te vamos a indicar cómo ordenar los alimentos y guardarlos a la perfección para que guarden todas sus propiedades.
Manzanas y peras no se juntan con las demás
“Todos hemos tenido alguna vez en casa la típica manzana que se pone pocha, no nos damos cuenta y terminamos teniendo que tirar las piezas que estaban al lado, porque también se han echado a perder. Esto se debe a que en algunas frutas la maduración sigue después de la recolección”, nos explica.
“Este es el caso de las peras y sobre todo las manzanas, que producen etileno durante su maduración post-recolección. Este gas etileno en contacto con otras frutas hace que estas sigan su maduración. Por esto deben separarse manzanas y peras de otras frutas. Las manzanas y peras se conservan bien fuera de la nevera, por lo que podemos mantenerlas fuera separadas o dentro de la nevera en recipientes cerrados y separados del resto de frutas”, añade.
Huevos
“Siempre deben ir en la nevera, más concretamente en la parte superior de la puerta. Nunca se debe lavar la cáscara de los huevos, y deben sacarse de la nevera justo antes de su utilización. Es muy importante que el huevo no sufra grandes cambios de temperatura, es por eso que en el supermercado los encontramos fuera de la zona refrigerada, para evitar el cambio de temperatura que se produce en el traslado desde la nevera del supermercado hasta la nevera en casa.
Patatas, ajos, cebollas: sin luz
“Estos alimentos hay que conservarlos protegidos de la luz, en una zona fresca entre 7 y 11ºC. Al necesitar condiciones similares, es muy común almacenar las patatas y cebollas juntas. Esto es un error, las cebollas liberan compuestos que aceleran la maduración de las patatas, similar a lo que ocurría con las frutas, acortando la vida útil de las patatas. Lo ideal es no juntar patatas y cebollas, y conservarlos en un recipiente no hermético de cartón o con papel de periódico (nunca sobre plástico directamente) protegidos de la luz, el calor y la humedad. Si tu casa tiene fresquera, este es el sitio ideal”.
Aceite
“Ya sea crudo o aceite reutilizado, conviene conservarlo en su recipiente original o en otro, bien tapado y preferiblemente protegido de la luz, para que no se oxide y se enrancie. Se debe almacenar a temperatura ambiente”.
Alimentos ya cocinados
“Siempre deben ir en la nevera, correctamente cerrados, para evitar contaminaciones con otros alimentos y para conservar todo el sabor. Deben separarse de los alimentos crudos, especialmente de aquellos que no se cocinarán antes de su consumo. Se debe prestar atención a la temperatura de los alimentos al meterlos al frigorífico, no deben estar muy calientes pero tampoco pueden estar más de dos horas enfriando en el exterior”.
Importante: dónde guardas los alimentos
Los recipientes de vidrio suelen ser los mejores para conservar la comida una vez abierto el paquete. También es el material más adecuado para conservar los platos ya preparados y las sobras. Evitas olores sobre todo.
Además, conviene colocar los alimentos más antiguos en la zona más accesible a nuestra vista y mano, colocando los nuevos en la parte de atrás. Y se debe apuntar la fecha de compra de los alimentos, para asegurar que vamos consumiendo siempre lo primero que compramos.