CORTAR LA SANDÍA
En el vídeo te damos los trucos para disfrutar de esta fruta sin empaparte la cara o ensuciar la ropa.
La sandía es una de las frutas estrella del verano por sus propiedades hidratantes y refrescantes. Sin embargo, no es ningún secreto que puede resultar complicado comerla sin derramar líquido por nuestro rostro o manos. Pero lo cierto es que existe un truco para disfrutar de la sandía sin llegar a ensuciarnos.
Además, esta fruta está recomendada para mantener el peso, ya que es baja en grasas y calorías, pero muy rica en nutrientes. El truco para disfrutarla está en cómo cortar la sandía.
Lo primero es disponer de una tabla grande de madera y un cuchillo que facilite el corte. Así evitarás hacerte daño al partirla.
La mejor manera de cortarla para luego no ensuciarte es que partas la sandía por la mitad y después la vuelvas a cortar para hacer un octavo. A continuación, corta una rebanada bastante generosa, de forma que la corteza quede gruesa. Debería parecerse a los trozos que se ven cortados en el vídeo.
Ahora, en lugar de empezar a comerla como haríamos normalmente, se recomienda partir esta rebanada por la mitad. Una vez hecho esto, cortamos la pulpa desde el centro hacia la parte superior de los lados, formando una especie de “V”. El trozo de sandía será ya mucho más pequeño.
Con este sencillo truco evitaremos que el jugo se desparrame por el rostro o las manos, ya que la estructura redondeada de la corteza es lo que generalmente hace que nos ensuciemos con tanta facilidad.
Sin embargo, si quieres comerte la pieza entera, también puedes cortar la corteza de manera que la rebanada quede en forma de diamante. Es otra alternativa para comer sandía sin llegar a mancharnos.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...
Polos de sandía caseros para los días calurosos