APRENDIZAJES

Escuchar más y hablar menos: Parece fácil y no lo hacemos bien

En la crianza, escuchar a los hijos es clave para crear una buena relación basada en el respeto y la confianza.

Madre e hija hablando.iStock.

Escuchar parece algo fácil, pero no a todos se nos da muy bien… La mayoría de personas cuando escuchamos a nuestros hijos tenemos como objetivo alguna de las opciones siguientes:

  • Que nuestro hijo termine pronto de hablar.
  • Interrumpir para “redirigir” o “corregir” la idea.
  • Dar respuesta que incluya una solución.
  • Escuchar con el fin de dar una lección de vida, para que haya un cambio en la manera de pensar o sentir del otro.

Estas intenciones no son siempre conscientes, puesto que en la práctica sentimos que sabemos escuchar a nuestros hijos. No obstante, habitualmente lo hacemos buscando como fin real dar respuesta inmediata a lo que hemos escuchado. Y a menudo ese no es un buen objetivo.

Beneficios de escuchar

A todos nos gusta ser escuchados cuando hablamos y expresamos lo que pensamos o sentimos.

Cuando nos dedicamos a escuchar a nuestros hijos, con la intención de prestar atención de verdad a lo que piensan sobre algún tema, ese hecho tiene beneficios maravillosos para fortalecer la relación con ellos, por ejemplo:

  • Los hacemos sentir importantes y valiosos.
  • Ayudamos a construir una sana autoestima.
  • Es clave como canal de comunicación con nuestros hijos, sobre todo en la adolescencia.
  • Fortalecemos los lazos de confianza y seguridad entre padres e hijos.
  • Ayudamos a que se sientan comprendidos.
  • Les damos ejemplo para que ellos también crezcan siendo personas capaces de escuchar y generar empatía por los demás.

Cómo escuchar de manera consciente a mi hijo

Para poner en práctica la escucha consciente y activa, es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • La escucha implica generosidad, es decir, pensar más en el otro que en uno mismo.
  • Estar dispuesto a escuchar puntos de vista o perspectivas distintas a la nuestra implica tolerancia y paciencia.
  • Asentir y expresar palabras cortas o sonidos con el sentido de transmitir que vamos llevando el hilo de lo que nos están conversando es muy importante.
  • Cuando percibas que tu hijo va a comenzar una charla emocional, pregúntale si quiere ser escuchado simplemente para desahogarse, o bien, para recibir un consejo de tu parte. Cuántas veces sin preguntarlo vamos soltando tremendos sermones para que nuestro hijo "aprenda", pero a veces su única intención y lo que más puede ayudarle en ese momento, es sentirse escuchado.

Ganamos bastante escuchando, ganamos incluso más que hablando: que la escucha consciente resuene en nosotros y podamos ponerlo en práctica con nuestros seres queridos y en nuestra familia, especialmente con nuestros hijos, solo va a reportanos beneficios.