PASO A PASO
Cuando limpiamos el baño, nos centramos en dejar las superficies limpias pero nos olvidamos de utensilios como la escobilla de baño, tan importante de desinfectar como el resto del baño ya que es un foco de bacterias que debemos mantener cuidado y limpio debido al uso que tiene.
La escobilla del baño es un utensilio imprescindible para mantener el baño limpio, pero también es uno de los más olvidados a la hora de limpiar. Cuando limpiamos el baño, nos centramos en las superficies, como el inodoro, la ducha o el lavabo pero nos olvidamos de los utensilios que utilizamos para limpiar, como la escobilla.
La escobilla está expuesta a una gran cantidad de bacterias y otros microorganismos, ya que se utiliza para limpiar el váter, que es una de las zonas más sucias del hogar. Si no se limpia la escobilla con regularidad, puede convertirse en un foco de infección.
La frecuencia con la que se debe limpiar la escobilla del baño depende del uso que se le dé. Si se utiliza todos los días, se recomienda limpiarla al menos una vez por semana. Si se utiliza con menos frecuencia, se puede limpiar cada dos o tres semanas. Además, debería reemplazarse por una nueva cada seis o doce meses.
Para limpiarla, no necesitas muchos productos. Primero, coloca la escobilla en el inodoro para tener espacio suficiente. Luego, enjuaga la escobilla con agua caliente para eliminar los restos de suciedad que hay en ella. A continuación, echa un chorro de lejía sobre la escobilla, asegurándote de cubrir toda la superficie del cepillo.
Deja reposar la escobilla en la lejía durante unos minutos para que haga efecto en profundidad. Finalmente, enjuaga la escobilla con agua caliente para eliminar la lejía y sécala con una toalla limpia. Si es posible, limpia la escobilla en un lugar diferente al baño para evitar la propagación de bacterias. También es importante guardar la escobilla en un lugar seco y ventilado.
Una vez que la escobilla ha reposado en la lejía durante unos minutos, es hora de enjuagarla. Primero, saca la escobilla del agua y tira de la cadena para eliminar los restos de lejía. A continuación, echa agua caliente sobre la escobilla para limpiar las cerdas y eliminar cualquier resto de lejía que pueda quedar. Por último, escurre la escobilla para eliminar el exceso de agua.
Si quieres limpiar la escobilla del baño sin usar productos abrasivos como la lejía, puedes usar bicarbonato y vinagre. Para ello, mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con una taza de vinagre blanco y vierte la mezcla sobre la cabeza de la escobilla y deja que repose sin entrar en contacto con el agua.
Siguiendo estos sencillos consejos, puedes ayudar a prevenir la propagación de bacterias y mantener tu baño limpio y seguro.