LOTERIA DE NAVIDAD

Envidia preventiva o por qué compramos lotería de Navidad

El explorador, el competitivo, el estratega, el amigo y el supersticioso son los perfiles más habituales que suelen jugar cada año al sorteo del gordo de Navidad. Sin embargo, hay algunas personas vulnerables a ello que deberían evitar comprar décimos.

Empieza la cuenta atrás para el Sorteo Extraordinario de la Navidad 2023. El 22 de diciembre será el día en el que podremos saber quién gana el gordo: un premio de cuatro millones de euros. Para muchos y muchas, participar es una tradición de cada año. Según los expertos de Top Doctors, los motivos más comunes que llevan a la gente a participar son el deseo de diversión y de sentirse superior al azar. Explican que la superstición está vinculada al hecho de querer controlar la aleatoriedad de los sucesos externos y, por lo tanto, a la necesidad de sentirse superiores a esto. Otra motivación habitual que lleva a la gente a participar, dicen, es la denominada envidia preventiva, que consiste en la anticipación al hecho de que alguien pueda obtener lo que uno desea. Es decir, comprar el décimo con el pensamiento de: "¿Y si le toca a los demás?".

Los cinco perfiles psicológicos de los participantes de la Lotería de Navidad

Marisol Rodríguez, psicoterapeuta de Top Doctors, expone qué hay determinadas psicologías con mayor predisposición a comprar décimos:

  • El explorador o aventurero: Este tipo de comprador de la Lotería le gusta el riesgo y no suele aplicar la lógica guiarse por suposiciones en el proceso de compra. De hecho, se trata de un tipo de participante que no teme apostar sin poner límites.
  • El competitivo: Este tipo de persona suele participar para ganar, según Rodríguez. Se trata de un jugador con una psicología muy competitiva al que le cuesta aceptar la derrota, ya que esta le suele suponer un importante desasosiego.
  • El estratega: Para esta categoría de participante, el azar no es una opción. Tiene una psicología estratega y racional que le lleva a intentar encontrar una lógica al azar del juego. La psicoterapeuta añade que este es el tipo de persona que antes de comprar el décimo busca combinaciones numéricas que le puedan indicar cuál es más probable de salir ganando.
  • El amigo: Según Rodríguez, a este tipo de jugador le motiva el hecho de pasarlo bien participando. Percibe el juego como una experiencia de disfrute y suele querer compartirlo con sus familiares o seres queridos.
  • El supersticioso: Esta categoría se basa en el fenómeno psicológico denominado “ilusión de control”, que explica la tendencia a comportarse como si se pudieran controlar los sucesos externos aleatorios. Tienden a recurrir a amuletos, jugar siempre los mismos números y apostar un día en particular. Esta ilusión suele estar influenciada por tradiciones populares o por la educación recibida.

Los perfiles más vulnerables a este sorteo

La psicóloga clínica de Top Doctors, Silvia García, explica que hay determinados perfiles que deberían tener especial cuidado con participar en este sorteo. Ya que les podría suponer consecuencias negativas para su salud mental. Es el caso de:

  • Las personas con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): Los pacientes con esta patología son más susceptibles a tener pensamientos obsesivos con lógicas supersticiosas. Por lo que, según la psicóloga García, participar en la Lotería de Navidad podría suponerles un riesgo a sufrir una crisis. "Tienen muy presente el denominado pensamiento mágico, es decir, la idea reiterada de convertir lo posible en lo probable", afirma.
  • Pacientes con trastorno bipolar: Las personas con trastorno bipolar deben tener especial cuidado durante las fases de euforia y exaltación, según indica la psicóloga. Así pues, "Si el periodo navideño coincide con momentos de positivismo, pueden llevar a cabo un gasto descontrolado en lotería, ya que pueden llegar a estar convencidos de que conocen el método infalible para que les toque la lotería", apunta.
  • Personas con ludopatía: Según García, durante el período en el que se celebra la Lotería de Navidad suele haber un repunte en el porcentaje de recaídas de personas que sufren de ludopatía.