GANAR PESO
Los cambios de peso bruscos no tienen por qué significar que algo esté yendo mal, pero sí es importante detectar el motivo para buscar la mejor solución en caso necesario.
¿Estás haciendo más ejercicio y aún así has engordado? ¿Recuperaste demasiado rápido los kilos perdidos? Analizamos qué puede estar ocurriendo y cómo puedes poner remedio, si no quieres subir más de peso.
Cambios de peso bruscos por cambios en el ejercicio físico
Cuando se produce un cambio destacable en la cantidad de ejercicio que se realiza, es factible que se produzcan cambios. Vamos a ver tres supuestos en los que puede notarse un aumento de peso:
1. Llevabas una vida activa y paras, o bien reduces bastante la actividad: Estarás reduciendo considerablemente el gasto calórico, por lo que en pocas semanas notarás un aumento de peso si la alimentación no varía.
2. Estás entrenando más, pero no pierdes peso sino que todo lo contrario: Aquí debemos tener en cuenta que el peso no es un dato fiable cuando se hace ejercicio físico, porque éste modifica el peso muscular.
Este aumento de peso puede ser, en realidad, sinónimo de estar entrenando bien. En estos casos es mucho más práctico medir tu composición corporal para valorar los cambios en el porcentaje de grasa y masa muscular. De esta forma, puedes ver si estás entrenando adecuadamente o introducir alguna modificación.
Puede incluso que estés cumpliendo tu entrenamiento a rajatabla pero que lo que consigas con él no se ajuste a lo que tú pretendías. De ahí que un mismo entrenamiento no sirva para dos personas: debes entrenar en función de tus posibilidades y en busca de tus objetivos concretos.
3. Has perdido mucho peso y estás recuperando rápidamente lo perdido: Los cambios bruscos requieren cambios permanentes en los hábitos. De lo contrario, tu cuerpo va a ir recuperando el peso. Recuerda que no existen métodos milagro, sino que cualquier cambio tiene que ser progresivo y respetar buenos hábitos de salud.
Ten en cuenta que, una vez que se crean los depósitos de grasa, no desaparecen. Pueden acumular más o menos grasa, pero no van a desaparecer. Por ello, es muy importante mantener buenos hábitos que eviten que los depósitos vuelvan a acumularla o, lo que es peor, que se creen nuevos depósitos, que también generen grasa.
Cambios bruscos de peso por alimentación o estado anímico
Independientemente del ejercicio, hay otros factores que es importante valorar en los cambios bruscos de peso:
Cambios bruscos de peso por razones hormonales o problemas de salud
Todo cambio brusco de peso es una señal de alarma. Si has llegado hasta aquí y conoces el origen, es buena señal. Pero si tienes alguna duda o no conoces el origen, lo más recomendable es que consultes con tu médico. Tal vez pueda indicarte si necesitas algún tipo de prueba diagnóstica o tratamiento o si está todo dentro de lo normal.
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