HOGAR
El consumo energético de los electrodomésticos y sistemas de climatización es uno de los principales responsables de las altas facturas. Identificar cuáles consumen más y aprender a gestionarlos de forma eficiente puede marcar la diferencia en el ahorro energético.
Los electrodomésticos y sistemas de climatización representan la mayor parte del consumo energético en los hogares. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el electrodoméstico que más energía consume es la nevera.
Aunque su consumo por hora no es elevado, su funcionamiento continuo las 24 horas del día la convierte en el principal consumidor eléctrico del hogar. Le siguen los sistemas de calefacción, especialmente en climas extremos donde el uso prolongado y la necesidad de mantener una temperatura constante incrementan notablemente el gasto energético.
En tercer lugar, se encuentran los televisores y equipos de entretenimiento. Aunque su consumo individual no es alto, el uso simultáneo de varios dispositivos puede sumar significativamente.
En cuarto lugar, están la vitrocerámica y la lavadora, seguidos de los pequeños aparatos eléctricos, el horno, el microondas, la secadora y el lavavajillas, que también contribuyen al consumo, aunque en menor medida.
Para reducir el impacto en la factura eléctrica, los expertos recomiendan optar por electrodomésticos de alta eficiencia energética, limitar el uso de secadoras y hornos, y ajustar la temperatura de los sistemas de climatización al modo más económico.
Los pequeños cambios en los hábitos de uso pueden tener un impacto considerable en el ahorro, contribuyendo no solo al bienestar del hogar, sino también al cuidado del medio ambiente.