SENTIRNOS BIEN
El ejercicio tiene beneficios físicos y psicológicos para la salud. Es frecuente practicar deporte para vernos mejor estéticamente. Sin embargo, uno de los grandes "culpables" de animarnos a seguir activos es lo bien que nos hace sentir mentalmente.
¿Te ha pasado que cuando llevas unos días sin hacer ejercicio te sientes más decaído? Si es así, es una buena noticia, porque quiere decir que llevas una vida activa en la que el movimiento es fundamental. Si nunca te ha pasado, no te preocupes, porque está al alcance de tu mano disfrutar del deporte.
A todos nos suenan estas palabras e incluso sabemos algo de ellas pero, ¿qué son exactamente?
Es importante recalcar que la dopamina puede ser peligrosa si no se controla. Un ejemplo que todos conocemos: el placer que produce el uso de redes sociales se debe a esta liberación de dopamina, que nos lleva a usarlas cada vez más. Como puede intuirse, en muchos casos genera una adicción o dependencia nada saludable.
No importa qué tipo de deporte practiques: lo importante es que empieces.
A alguien que nunca practica ejercicio le costará encontrar la motivación. Es una actividad que cansa, te hace sudar y te saca de tu zona de confort… ¿Qué razones habría para hacerlo, pudiendo invertir el tiempo en cosas menos agotadoras?
Voy más allá: ¿Por qué buscar placer en ello, si ya lo consigo con acciones que requieren menos sacrificio? En primer lugar, porque no sabes lo bien que te encuentras físicamente hasta que empiezas a activarte. En segundo, porque no hay mejor remedio contra la prevención de enfermedades y su control. Y por último, y no menos importante, porque mejora notablemente tu salud mental. Cualquier ejercicio físico tiene efecto antidepresivo.
Ni siquiera es necesario preguntarse qué tipo de deporte es mejor que otros para la salud mental. El ideal es cualquiera que te guste y que te resulte sencillo mantener en el tiempo. Rápidamente vas a darte cuenta de que te encuentras mejor, puede convertirse en una de las grandes decisiones de tu vida y, una vez adquieras la rutina, entonces sí podrás hilar más fino, ser más selectivo y decantarte con el que te aporte mayores beneficios.
Aunque todo deporte sea bueno para mejorar el estado emocional, recuerda que no todos son igual de buenos para mejorar físicamente. Es necesario elegir aquellas actividades no perjudiciales, sobre todo en el caso de personas con patologías y/o necesidades especiales.
Por supuesto, hay deportes que ayudan más que otros a mejorar el estado de ánimo, pero no hay nada mejor que elegir un deporte que te guste. De nada sirve, por ejemplo, hacer rutas en bicicleta de tres horas si no las disfrutas y tu pasión es jugar al pádel. Te aportará un gran beneficio físico, pero no será igual de efectivo para tu salud mental como un deporte que te apasione y te motive.
Un punto de equilibrio sería realizar actividades que te gusten y complementarlas con otras que también aporten un mayor beneficio físico.
Recibir una clase de ciclo indoor o entrenar en una bicicleta estática está muy bien, pero… ¿A nivel mental es mejor lo mismo que practicarlo al aire libre? Seguro que con sólo de pensarlo te motiva más hacerlo fuera, y los estudios te dan la razón.
Se ha comprobado que los deportes que se realizan al aire libre aportan mayores beneficios que los de interior, aún cuando se trata exactamente del mismo deporte. Además, estos beneficios son mayores si suceden específicamente en un entorno natural.
El ejercicio al aire libre aporta una mayor satisfacción, mejora la energía y la atención, reduce los síntomas de la depresión y el estrés y, muy importante, motiva a continuar realizándolo en el futuro. Por lo tanto, no sólo no es que mejore más, sino que te invita a repetir en más ocasiones.
El deporte en compañía es muy buena elección. Hacer ejercicio junto con otras personas ayuda a mantener el hábito en el tiempo, porque al hacerlo compartimos dificultades y encontramos el modo de superar los entrenamientos en equipo o en pareja. Los seres humanos necesitamos socializar y, en general, somos más felices cuando mejoran nuestras relaciones sociales.
Por supuesto, los deportes con mayor efecto antidepresivo y ansiolítico dependen de cada persona, pero el aire libre y la compañía son factores que ha quedado comprobado que contribuyen a multiplicar la sensación de bienestar.