Cesta de la compra
Comprar alimentos de temporada y proximidad es fundamental siempre, no solo porque son mucho más económicos, pues al estar en temporada hay un excedente, sino también sostenibles y mucho más sabrosos.
Contribuyen, además, a potenciar la economía local, y si los adquirimos a pequeños productores estaremos poniendo nuestro granito de arena para contrarrestar un modelo agrícola y ganadero que favorece la producción a gran escala con sus consiguientes consecuencias para el clima.
Es, pues, por muchos motivos, un buen momento para ponernos serias con la cesta de la compra, apostando por un consumo consciente y responsable que, en la medida de nuestras posibilidades, nos ayude no solo a cuidar del medio ambiente sino también a ahorrar un dinerillo ahora que quien más quien menos se ha quedado bajo mínimos tras las fiestas.
¿Cómo empezar? En primer lugar, adquiriendo en el mercado todos estos alimentos:
Coliflor
Ha llegado el momento de perder el respeto a esta completa verdura que nos permite numerosas cocciones y es un dechado de virtudes nutricionales. Por si esto fuera poco, la coliflor tiene unas 25 calorías por 100 g, lo que además de mejorar nuestro bolsillo influirá también sobre nuestra figura en el caso de que hayamos ganado unos kilitos durante las fiestas. Tiene potasio, manganeso y vitaminas tan importantes como la C y la A y podemos cocinarla de las más diversas maneras: el lasaña, canelones, crema (si bates una coliflor entera cocida con unos 100 ml de aceite de oliva y añades un huevo poché tendrás un platazo delicatessen), o gratinada al horno con quesos al gusto.
Perca
A pesar de que enero no es un buen mes para el pescado, la perca es uno de los que están de temporada y podemos comprar a precios económicos. Se puede hacer a la plancha, al horno, empanada o incluso apostar por recetas más creativas y elaborar un ceviche.
Lentejas
Tanto lentejas como alubias, garbanzos o cualquier otra legumbre son un cúmulo de virtudes. Tienen fibra, hierro y vitaminas, mejoran el tránsito intestinal, son saciantes, económicas, nutritivas y versátiles. Podemos elaborar desde hummus a platos de cuchara o ensaladas, entre otras recetas.
Alcachofa
En tortilla, al horno, con arroz… La alcachofa no solo es bajísima en calorías, sino que actúa como protectora para el hígado –de manera que se convierte en la mejor aliada tras el exceso de alcohol de las fiestas– y tiene propiedades tónicas, digestivas y antirreumáticas. Hasta marzo se encuentra en plena temporada, de manera que en el mercado encontraremos alcachofas sabrosas y económicas que mejorarán nuestra vida (y nuestro bolsillo) si las incluimos en la cesta de la compra.
Naranja
Es un buen momento para decir adiós a los zumos de naranja y empezar a acostumbrarnos a consumir las naranjas enteras. Si las pelamos correctamente, las cortamos a rodajas y las presentamos en un plato con un toque de menta y canela, las naranjas pueden constituir un postre no solo sabroso y económico, sino también sofisticado, para cualquier ocasión. Es importante comerlas enteras y evitar el zumo, ya que así aprovechamos la fibra. No hay que olvidar que el azúcar de los zumos de naranja, al no contener fibra, se comporta de forma diferente al de la fruta entera, de manera que su absorción es rápida y por tanto nada beneficiosa para la salud.
Espinacas
Tanto las espinacas como las acelgas y otras verduras de hoja verde, como las judías verdes o la escarola, se encuentran en plena temporada en el mes de enero. Podemos consumirlas crudas, en ensaladas, pero también en cremas o al vapor, posteriormente rehogadas con un chorro de aceite de oliva virgen extra y un ajito.
Guisantes
Esta legumbre (sí, aunque mucha gente no lo sepa el guisante es una legumbre) es una gran fuente de proteínas vegetales y minerales como el sodio, el calcio, el hierro, el zinc y el selenio. El guisante es bajo en grasas y calorías, y si lo adquirimos fresco –notaremos mucho la diferencia de sabor respecto al congelado– vamos a amarlo desde el momento en que llegue a nuestra mesa. Con jamón, en crema, en guisos, como guarnición en estofados, ¡incluso en hummus!… Los guisantes se pueden usar en múltiples recetas y no nos cansaremos nunca de ellos.
Kiwi
Esta fruta con mucha fibra y grandes cantidades de vitamina C está de temporada hasta marzo aproximadamente. El problema es que la mayoría procede de Nueva Zelanda, lo que significa que viaja unos 20.000 km hasta llegar a nuestra nevera. En los últimos tiempos, en España se está cultivando una variedad de kiwi, el atlántico, que tiene en Galicia su principal zona productora. Es hora de darle una oportunidad y contribuir así a la reducción de la huella de carbono.
Lechuga
También está de temporada, es económica, ligera e ideal para salvarnos de cualquier imprevisto. Es interesante acostumbrarnos a tomar siempre vegetales en las comidas, de manera que la lechuga puede funcionar como guarnición ideal, en comidas y cenas, junto con cualquier otro alimento.
Bacalao
Este pescado de temporada es rico en ácidos grasos omega 3, bajo en grasas y calorías, saciante y rico en proteínas. Se puede elaborar de las más diversas maneras: al horno, crudo, a la plancha, en buñuelos, al vapor, al pil pil…