Recobrar la confianza es difícil

Después de una infidelidad, ¿cómo hacemos las paces en la cama?

Tras una etapa de sexo impulsivo y pasional, por miedo a perdernos, llegan las dudas y las inseguridades que nos impiden volver a conectar.

ParejaiStock

Está claro que en las parejas que no son abiertas, afrontar una infidelidad es complicado, pero no siempre significa el final. Dependiendo de los parámetros de cada persona y de cómo haya ocurrido la canita al aire, hay quién se propone pasar página y seguir juntos. Incluso aprovechar ese punto de inflexión para intentar mejorar las cosas.

La cuestión es que al igual que apuntarse a inglés o ir al gimnasio, una cosa es proponérselo y otra hacerlo. Porque aunque queramos perdonar, siempre quedan dudas y resentimientos. Sobre todo cuando intentamos volver a darnos placer en la cama.

Como apunta la psicóloga Susana Ivorra, la infidelidad suele generar conflictos en la autoestima y la confianza de la persona que ha sido engañada, y que se deberán de trabajar. En este sentido, si la infidelidad ha sido solo sexo, puede aparecer una inseguridad en torno al físico, por el pensamiento de “Me fue infiel porque ya no me desea o porque conmigo no disfruta”, en cambio, si ha sido una cuestión más emocional, la inseguridad tendrá que ver más con la conexión entre ambos, que puede llevar a pensamientos como “¿Estará pensando en esa persona mientras está conmigo?”.

En este sentido, hay que tener en cuenta que después de la infidelidad la pareja pasará por diferentes etapas. En la primera, que Ivorra denomina “Descubrimiento y supervivencia”, la idea es que “Tanto si la persona que ha sido infiel confiesa, como si es su pareja quien lo descubre todo, hay un primer momento de shock y emociones muy diversas desde la ira o la rabia, a la tristeza más profunda”. En una segunda fase, llamada “La caída” es cuando se toma la decisión de seguir o no con esa persona, pero en ambos casos, “La rabia se va marchando o es menos intensa y la tristeza y la decepción ocupan más espacio”.

Pareja en la cama | iStock

En la misma es cuando las emociones están más a flor de piel, y precisamente, es cuando es habitual tener encuentros de pasionales de forma impulsiva, precisamente movidos por la incertidumbre y el miedo a perder a la otra persona. Pero esta etapa es solo transitoria.

Si la decisión final es la de volver a intentarlo, el siguiente paso sería “Redefinir la relación”. Sobre el mismo, Ivorra explica que “Las parejas que deciden permanecer juntas se enfrentan al reto de redefinir su relación. La que tenían antes ha finalizado. Porque en la antigua relación quizá tenían una confianza ciega y absoluta y en la nueva esto ya no es posible, por lo que se recalibran muchas cosas y se trazan nuevos límites”.

Es en este punto cuando la situación se vuelve más compleja, incluso para persona que ha sido infiel. Como recuerda Ivorra, “El peso de la culpa es importante en la persona que ha sido infiel. En consulta muchas veces trabajo más el perdón con quién ha sido infiel, que con su pareja”.

Respecto a cómo afrontar la situación, la psicóloga apunta que se trata de hacer reset con todo. Incluyendo la vida sexual en este antes y después. “Se trata de enfocarlo como una oportunidad para decidir qué tipo de vida sexual desean y disfrutan”. Así, si bien muchas veces la infidelidad se ha producido sin que hubiera un conflicto real en la relación, en otras ocasiones puede que haya un problema de base que haya que solucionar, y volver a conectar sexualmente es uno de los primeros pasos.

A modo de conclusión, Ivorra expone que “Las parejas que comienzan su relación siendo jóvenes, en ocasiones, evolucionan por caminos distintos. Y cuesta mucho expresar a tu pareja que aquello que hacéis o cómo lo hacéis, desde hace tiempo, ya no te satisface, o que prefieres algo distinto. Este es el momento ideal para volver a conocerse y desearse”.