SIN OLOR
Se ha hablado mucho y se ha infundido miedo sobre sus componentes. La preocupación es patente, así que, con frecuencia, recurrimos a los desodorantes naturales pensando que son mejor.
El temor está más que justificado, sobre todo teniendo en cuenta que los desodorantes son algo que usamos diariamente. Pero... ¿qué hay de cierto en el miedo sobre los componentes de desodorantes?
Por qué nos huele el sudor
Empecemos conociendo a nuestro "enemigo", el sudor. En realidad, transpirar es una función fisiológica y el sudor es una secreción inodora e incolora que se compone por agua, electrolitos y sustancias orgánicas. ¿Inodora? Inodora. ¿Y por qué huele mal?
Las culpables son las bacterias saprófitas como Staphylococcus hominis, que están en la superficie corporal. Al descomponer (fermentar) el sudor, dan lugar a sustancias como tioalcoholes, responsables de los desagradables malos olores. Su función es básicamente termorreguladora, no tiene el objetivo de eliminar toxinas, quedaos con esto, que será importante después.
En ocasiones, el olor no se debe a esta fermentación sino a moléculas volátiles que resultan del metabolismo de algunos alimentos como el ajo, espárragos o cebolla. Esto sólo se puede controlar reduciendo el consumo de esos alimentos. No les ocurre a todas las personas, pero a quien sí… pues no le queda otra.
¿Diferencias entre desodorante y antitranspirante?
El desodorante se fabricó en Estados Unidos a partir de una mezcla de sulfato de potasio y aluminio a finales del siglo XIX, aunque el uso se empezó a generalizar después de la segunda guerra mundial.
Los desodorantes son cosméticos destinados a disminuir, enmascarar o eliminar el mal olor corporal mediante fragancias y antimicrobianos. En cambio, los antitranspirantes buscan reducir la cantidad del sudor, con lo que sus componentes actúan inhibiendo los mecanismos de producción de las glándulas sudoríparas bloqueando la transpiración.
¿Los desodorantes tienen componentes tóxicos?
Los organismos de control evalúan todos los componentes periódicamente para garantizar seguridad. Con lo que los podemos considerar seguros y efectivos. No obstante, analicemos los más frecuentes:
Uno de los temores es que pudiera dañar el ADN de las células. La verdad es que la cantidad de aluminio a la que estaríamos expuestos en el caso del desodorante es muy pequeña y se elimina rápidamente por la orina. De hecho, hay otras fuentes de aluminio en alimentos, agua… que en estas pequeñas cantidades tampoco suponen un problema. En 2020 se reevaluó el uso de aluminio por el Comité Científico de Seguridad del Consumidor de la Comisión Europea y volvieron a validad su seguridad.
Nota: sí es cierto que no se recomienda usar desodorante ni antitranspirante antes de realizarse una mamografía, pero es por si la presencia de estas sales de aluminio que son más densas puede confundirse con una anomalía en la mama. Por nada más.
¿Los desodorantes causan cáncer de mama?
El miedo y la incertidumbre empezó hace 23 años, en 1999, por una cadena de correos electrónicos en la que se aseguraba que los antitranspirantes eran una de las causas del cáncer de mama porque cerraba por los poros y, al estar cerca, no dejaba salir las sustancias tóxicas.
La fuente de la información era "la fuente del pueblo de quien escribió el bulo", pero ya no tenía retorno, la alarma social fue tremenda. Si todo tenía lógica… salvo que las posibles toxinas se eliminan por el hígado en su mayoría, riñones y pulmones.
El sudor no es una vía principal para la eliminación de toxinas. Además, el bloqueo de las glándulas es temporal y se va con una ducha. La transpiración no se produce exclusivamente en las axilas sino en entre los 3 y 5 millones de glándulas sudoríparas que se encuentran en todo nuestro cuerpo. Sólo un 1% de la transpiración se produce en las axilas.
Después de 50 años de uso y reevaluación, por el momento no se ha encontrado una asociación confiable que demuestre algún efecto tóxico.
Ahora que conocemos que los desodorantes no conllevan riesgos, solo queda destacar que el agua y jabón tampoco. Lo que sí ha demostrado resultados desastrosos es la mezcla de sudor con más sudor, con poco agua y mucho desodorante. Cierto que quienes sufren más estos efectos son las personas cercanas y no el propio individuo.