Hay mucho mito
Hay muchos mitos en torno a la primera comida del día. Hoy hablamos de verdades y de si es necesario o no, desayunar.
Lo cierto es que sobre alimentación y nutrición se ha dicho de todo a lo largo de los años: que si el pescado azul es malo y luego pasa a ser bueno. Que si los huevos le sientan fatal al colesterol y luego resulta que puedes tomarte varios a la semana. Que si bebe leche todos los días pero en realidad, tampoco es tan necesario cuando eres adulto..
En fin, que esto puede ser un lío: ¿por qué tantas contradicciones? Pues porque la industria de la alimentación es potente (y le interesa vender) y porque también, cada vez sabemos más sobre nutrición y alimentos y las cosas van evolucionando. Y esto ha pasado también con el desayuno: ¿a qué te suena la frase de que hay que desayunar como un príncipe?
Tu madre te obligaba a desayunar, quisieras o no. Y esto te ha quedado como una matraca en el cerebro pero lo cierto es que tienes amigas que no desayunan o toman algo muy ligero y están tan felices y sanas. ¿Qué hay de cierto en lo de desayunar o no desayunar?
Por partes: si eres una de esas personas a las que les encanta desayunar, pues adelante, sigue con esa sana costumbre (luego veremos qué hay que consumir para que de verdad sea sana), pero si sin embargo, eres de los que te levantas con el estómago cerrado, incapaz de tragar nada, no pasa nada porque no desayunes. La falta de esta comida se ha asociado con la prevalencia de sobrepeso y obesidad pero en realidad, los estudios no son concluyentes.
Sí que sin embargo, puede tener un efecto negativo, el saltárselo, para el metabolismo de personas con diabetes tipo 2 y de personas que tienen el hábito de desayunar. Así que si habitualmente tienes esta rutina, sigue con ella.
Vayamos con el desayuno que es sano, si decides hacerlo: olvídate de todo lo que te venden como idóneo para desayunar. O sea, bollos, galletas o cereales (si te apetece esta última opción, haz tus propias mezclas en casa que tendrán mucha menos azúcar que los procesados). En definitiva, nos han vendido que el cuerpo necesita azúcar para empezar a funcionar y eso no es así. Es más, recientes estudios concluyen que se rinde mejor si se toman en el desayuno alimentos de bajo índice glucémico.
En definitiva, más allá de si desayunar o no (lo repetimos, si eres de los que no lo hace, no te sientas mal por ello ni quieras cambiarlo), lo fundamental es tener una alimentación saludable a lo largo de todo el día. Eso pesa más que desayunar o no.
¿Cuál es el desayuno ideal? Pues no hay uno sino miles: respetando lo que dijimos más arriba (ojo al azúcar), pueden serlo una tortilla francesa, unas tostadas de pan integral, unas piezas de fruta (mejor piezas que zumos), un lácteo, un café o té, unos frutos secos, algo de proteína como jamón. Ahí, lo dejamos a tu gusto.