VERANO EN FORMA
Elijas el tipo de vacaciones que elijas, hay una opción adecuada para mantenerte activo. Aquí tienes todas las opciones de las que dispones cuando llegas a tu destino vacacional y tu gimnasio no está cerca.
Llegan las vacaciones de verano y eso supone que por fin disponemos de más tiempo libre. Si nos vamos de viaje, es posible que en nuestro destino no tengamos un gimnasio cerca: primer obstáculo para mantenernos activos. Por suerte, en el ámbito del ejercicio físico y el deporte tenemos un sinfín de alternativas.
Independientemente de nuestro destino, dispondremos de actividades sencillas y alcanzables como estas:
- Caminar: Esta actividad física nos ayuda a mantenernos activos y es una buena manera de conocer nuestro destino de vacaciones sumando pasos a nuestro reloj. Si eres una persona activa, no va a suponer para ti un entrenamiento, pero no deja de ser una actividad diaria muy aconsejable.
- Senderismo: Caminar por rutas señalizadas en el medio natural ya supone una actividad más intensa y, además, te ayuda a desconectar del estrés del día a día al conectar con la naturaleza.
- Parques biosaludables: Son las instalaciones municipales al aire libre en las que disponemos de diferentes máquinas para hacer ejercicios sencillos. Nos permiten básicamente realizar ejercicios de fuerza y movilidad sencillos, siendo una buena opción para tener algo de actividad diferente al caminar. Es especialmente recomendable para quienes durante el resto del año llevan un estilo de vida más sedentario, porque su cuerpo agradecerá el estímulo.
- Parques de calistenia: La calistenia es todo aquel entrenamiento que se realiza únicamente con el propio peso corporal, es decir, ejercicios como sentadillas, flexiones, dominadas, etc. En los últimos años podemos encontrar diferentes parques de calistenia en las ciudades, con diferentes barras colocadas estratégicamente para ejecutar múltiples ejercicios.
En general, son más recomendados para aquellas personas que tienen experiencia en entrenamiento, pero no lo descartes si quieres probarlo.
Eso sí, ten en cuenta que deberás adaptar la intensidad. Por ejemplo, no te pongas a hacer dominadas colgado en la barra más alta si quieres mover los brazos los días siguientes. Haz este mismo ejercicio, pero en una barra más baja en la que puedas ayudarte de las piernas para hacerlo.
Algunas de estas actividades dependen de las posibilidades que nos ofrezca nuestro destino vacacional. Si queremos depender de nosotros mismos, podemos llevar material de entrenamiento o suspensión o tubos elásticos. De este modo lo podemos anclar en la puerta de nuestro alojamiento y entrenar.
Realices la actividad que realices recuerda protegerte del sol. Si es al aire libre evita las horas centrales del día y si es en el alojamiento busca tener una temperatura adecuada, además de hidratarte bien.
Todas las actividades comentadas son fáciles de realizar en casi todos los destinos, pero también podemos encontrar más variedad en función de dónde vayamos. ¿Eres de mar o de montaña? Vamos a ver las posibilidades en ambos sitios.
Deporte de vacaciones en la playa
La playa y el mar ofrecen un abanico muy amplio de actividades. Por ejemplo, en destinos de playa:
- Actividades tranquilas: Pasear por la orilla de la playa, esnórquel, nadar cerca de la orilla, pádel surf, pesca, etc.
- Actividades en familia o con amigos: Barca de pedales, piragüismo, jugar con la pelota en el mar, jugar en la arena con los hijos o nietos, etc.
- Deportes en la arena: Fútbol playa, voley playa, palas...
- Otras actividades: Surf, kitesurf, natación en el mar, buceo, vela, kayak, etc.
Deporte de vacaciones en la montaña
Mientras que en destino de montaña podemos realizar actividades como descenso de barrancos, montañismo, escalada, trekking, vía ferrata, bicicleta, trail running y circuitos multiaventura.
Una divertida y buena opción es utilizar los días de descanso del turismo para tener vacaciones activas. Por ejemplo, realizar una ruta de varios días teniendo que pasar la noche en camping, albergues, hoteles... Podemos hacerlo en plena naturaleza o combinándola con pueblos.
Seguro que has oído hablar (o incluso ya lo has hecho) del Camino de Santiago. Hay muchos caminos que llevan a Santiago de Compostela y el más conocido es el camino francés. Consiste en caminar hacia este destino en rutas de 25-30 kilómetros por día de media. Pero no hay que llegar sí o sí a Santiago de Compostela sino que puedes hacer el tramo que te apetezca. La experiencia es inolvidable y te asegura unos días de vacaciones muy activos. Eso sí, no vayas sin prepararte si no estás acostumbrado a caminar, porque en lugar de disfrutar va a suponer un enorme sacrificio.