Tras el atracón, el riesgo de sufrir un infarto aumenta

Cuidado: tener sexo tras un atracón de comida podría tener consecuencias fatales

Navidad es la época de las cenas y comidas, que muchas veces acaban en un revolcón, sin embargo, una digestión pesada unido al esfuerzo de las relaciones sexuales puede ser fatal para el corazón.

Cena copiosaiStock

Cena de empresa, comida con los amigos, cena de Nochebuena, de Nochevieja, comida familiar aparte porque ese día no nos hemos podido ver todos… Está claro que diciembre es el mes de los excesos de comida. Pero también el de los excesos de sexo. No obstante, hay estudios que aseguran que el buen rollo navideño es un factor clave para subirnos la libido, o al menos eso parece, ya que es habitual que haya más nacimientos en septiembre y octubre. Aunque quizás la clave está en que entre tantas comidas, también vuelan las copas de vino, que si no es consumido en exceso, puede ayudar a activar nuestro deseo.

El caso es que precisamente tras estas cenas y comidas es cuando puede surgir la oportunidad de un encuentro apasionado, que quizás deberíamos dejar para un mejor momento. Y es que según nuestro estado de salud, se deben evitar las relaciones sexuales tras una comida copiosa.

Tal y como explica Rafael Simón, especialista en Medicina Interna del Hospital Vithas Medimar Internacional (Alicante), “Durante la digestión, el corazón aumenta su trabajo para irrigar los intestinos y mejorar la absorción, si además practicamos sexo, tendrá que servir también de sangre a nuestro sistema genital, musculoesquelético etc., aumentando nuestra demanda de oxígeno”.

Así la conclusión es clara: “Una digestión pesada puede resultar fatal para el corazón”. Según Simón, cabe aclarar que “No es exactamente un factor de riesgo, pero sí un factor desencadenante. En las dos horas siguientes a un atracón, el riesgo de sufrir un infarto aumenta cuatro veces”.

De hecho, esta conclusión proviene de un estudio realizado por López-Jiménez y la American Heart Associaton, basado en la encuesta a 1.986 hombres y mujeres sobre lo que habían comido antes de sufrir un ataque al corazón. “De ellos, 158 habían ingerido una comida excesiva en las 26 horas que precedieron al ataque, y 25 lo habían hecho en las dos horas previas, que son las más críticas”, según Simón.

Sexo | iStock

Es por ello que de cara a nuestra salud, este momento no es el ideal para mantener relaciones, por mucho que nos empeñemos en ponerlas de postre tras una cena romántica. “Todas las personas tenemos ese riesgo, pero sobre todo aquellas que ya han padecido un infarto y quedaron con mala función ventricular”, insiste el médico internista. En realidad el sexo es un factor de riesgo, unido a la digestión pesada, similar al de “Otros desencadenantes, como una emoción intensa, un ataque de cólera o un ejercicio físico extenuante”.

Para las personas que sufren del corazón, además, la recomendación, según Simón, pasa por “Tener relaciones sexuales en ambientes acostumbrados, con la pareja acostumbrada, en horas que no tengan mucho estrés, de manera que se tengan momentos relajantes y placenteros que ayuden a mejorar no solo la capacidad funcional, sino la autoestima de la persona. Después de una comida o una cena copiosa no es el mejor momento. Tampoco si se ha abusado del alcohol”.

Por último, el experto recuerda que “Un infarto es la obstrucción de una arteria coronaria que tiene como consecuencia, la ausencia de irrigación sanguínea al músculo cardiaco y por tanto la muerte de ese tejido. La arteria se obstruye por culpa de la placa de colesterol que se deposita en la pared de la arteria”. La buena noticia es que “Afortunadamente, en la actualidad, con la aplicación del código infarto, se realizan antes de 2 horas cateterismos, se detecta la placa, la obstrucción y se canalizan las arterias enfermas, consiguiendo la casi normalidad de la irrigación coronaria”.