RECUPERACIÓN POSPARTO
Recuperar el cuerpo anterior al embarazo no depende de cuánta hambre pases en el posparto ni de ponerse a realizar una cantidad de ejercicio que no has practicado en tu día. Te cuento cómo conseguir que la recuperación del estado físico vaya a buen ritmo tras dar a luz.
Es importante tener claro que no existen los milagros. Si quieres recuperar lo mejor posible tu forma física previa al embarazo, tienes que estar activa durante el mismo y hacer ejercicio físico. De hecho, mantener esos hábitos durante la gestación es lo que mejor va a facilitar volver a tu estado anterior.
Es fundamental mantener la rutina durante todo el proceso: estar acostumbrada a practicar deporte desde mucho antes del embarazo, seguir con bastante actividad durante la gestación y volver a tus hábitos cuando corresponda, siempre después de la cuarentena.
No tiene sentido ponerse como objetivo alcanzar una forma física que nunca has tenido. Por poner un ejemplo: si siempre has tenido grasa en la zona del abdomen, tu objetivo tiene que orientarse a recuperar esa misma forma física, con tu grasa abdominal.
Durante décadas, la regla habitual durante el embarazo ha sido no hacer ejercicio físico. Aún hoy, muchos médicos y matronas recomiendan solo caminar y, en el mejor de los casos, hacer pilates para embarazadas.
Se atreven incluso a pautar que no se sobrepase cierta frecuencia cardíaca, del mismo modo que se les dice que no carguen peso.
Esto ha llevado a que muchas mujeres tengan miedo a practicar cualquier tipo de actividad física durante su embarazo. Entienden que esas recomendaciones implican que existe un riesgo para su futuro bebé.
Por el contrario, la ACOG (Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos) recomienda realizar ejercicio físico durante el embarazo y detalla beneficios como los siguientes:
¿Qué ha hecho Vikika durante sus embarazos? ¡Exacto! Ha continuado entrenando. Es cierto que durante el embarazo no se puede continuar normalmente con la misma rutina de ejercicios o el mismo tipo de deporte, pero se puede y se debe mantener una actividad adaptada al nuevo estado.
No podemos limitarnos solo a caminar y a hacer pilates, sino que hay que llevar a cabo un entrenamiento completo, con ejercicio de fuerza, resistencia, coordinación, flexibilidad, propiocepción, movilidad...
Si atendemos a los beneficios de hacer ejercicio físico durante el embarazo reportados por la ACOG, podemos comprobar que facilitan una recuperación posterior más rápida:
Si el parto es vaginal, se permite iniciar la actividad física una vez pasada la cuarentena, salvo que haya alguna recomendación médica que te aconseje alargarla un poco más.
En cambio, si es por cesárea, al ser una intervención quirúrgica, se requiere una recuperación mínima de 3 meses para poder empezar a entrenar. Por lo tanto, si haces ejercicio y estás más activa durante el embarazo, y eso facilita un parto vaginal, también te permitirá iniciar antes la actividad.
En cuanto al aumento de peso hay que aceptar que durante el embarazo se coge peso. Es una realidad que no se puede cambiar, porque el futuro bebé tiene que ir creciendo y engordando.
Sin embargo, lo ideal es que el peso de la mamá aumente una cifra lo más cerca posible a lo que pesa el bebé y la placenta. De este modo, una vez se da a luz se pierde gran parte del peso cogido durante el embarazo.
Casi siempre existirá un aumento de peso adicional de la mamá que se perderá de forma progresiva, pero esa pérdida será mucho más rápida y eficaz cuanto menos peso se haya subido.
Por otro lado, el entrenamiento de fuerza durante el embarazo previene la aparición de molestias lumbares y en la espalda. Además, realizar un entrenamiento equilibrado y compensado ayuda a que, tras el parto, el cuerpo haga memoria y vuelta antes a un estado similar al anterior.
Es una pregunta con trampa. Exactamente igual que Vikika no, porque cada persona somos un mundo, pero sí que es cierto que todas las mujeres pueden recuperar en un gran porcentaje su forma física anterior.
No obstante, debemos ser realistas. Vikika se gana la vida gracias a su estado físico y, además de su constitución y genética, dedica mucho tiempo a cuidarse. Para tener resultados similares así de rápido es necesario entrenar y dedicarse tiempo, pero la realidad es que la mayor parte de la gente no tenemos tanto tiempo para cuidarnos. Menos aún cuando se da a luz y la prioridad no es una misma en el mismo porcentaje. Por supuesto, la genética también juega aquí un papel importante.
Antes de empezar a entrenar tras el parto, es necesario que tengas en cuenta que el embarazo no es una patología, pero el posparto sí puede ser patológico.
Al contrario que durante el embarazo, tras dar a luz es importante tener en cuenta los cambios que se han producido en el cuerpo, y si estos implican alguna consecuencia.
Un problema muy común es la diástasis abdominal. En muchas ocasiones se recupera por sí sola y no genera ningún tipo de problema, pero si la diástasis es superior a 3 centímetros empieza a considerarse patológica, porque el abdomen no hace su función de proteger los órganos internos y éstos pueden sobresalir, con el consiguiente riesgo.
Antes de entrenar es fundamental consultar con profesionales (ginecólogo, matrona, fisioterapeuta y entrenador personal).
En cuanto a entrenar como antes, recuerda que durante el embarazo se producen importantes cambios fisiológicos y anatómicos y, tras el parto, no se vuelve al estado inicial inmediatamente.
Es necesario que el paso de las semanas y de los meses vayan recuperando un estado más cercano a ese momento anterior a quedarse embarazada. No te pongas una fecha y recupera acorde a tu ritmo, a tu tiempo y a tus características.