PIERDE PESO CON UN PEQUEÑO ESFUERZO
¿Qué es lo primero que haces nada más levantarte? A veces, pequeños gestos pueden conseguir grandes mejoras para tu cuerpo. Estas son cuatro buenas costumbres que deberías convertir en rutina si pretendes que la báscula te devuelva una sonrisa.
¡Ay, lo que cuesta bajar peso! Todo lo que realmente funciona supone un sacrificio… O tal vez no tanto. Existen pequeños cambios que resultan efectivos y no implican grandes diferencias con respecto a lo que estamos acostumbrados a hacer.
Puede que tu pereza sea desmedida y no estés dispuesto ni a varias esos sencillos hábitos, pero que no sea por falta de buenas opciones. El esfuerzo que requieren es mínimo si lo comparamos con una dieta estricta o con una hora de running al día. Se trata de realizar pequeñas modificaciones que no supondrán sacrificios significativos.
Toma nota de estas cuatro pautas que te recomendamos en el vídeo y que está comprobado que repercuten directamente sobre el peso. Acelera tu metabolismo y evita la acumulación de grasa sin apenas darte cuenta.
Si además de estas actividades mañaneras te acostumbras a dormir bien, el resultado será aún más evidente. Recuerda que las personas que duermen menos horas de lo recomendado acostumbran a acumular más grasa de quienes se acostumbran a las siete horas del tirón. Por otro lado, como es obvio, cuantas menos horas pases despierto, menos necesidad sentirás de comer. Pero los consejos que aquí te proponemos son algo diferentes: comienzan justamente en el momento en que te despiertas, y no antes. Esperemos que todos ellos sean compatibles con tu ritmo de vida y que te apetezca incorporarlos.
Ya sabes: es momento de dejar las excusas a un lado y ponerse manos a la obra. La inversión de tiempo es relativamente baja, el esfuerzo es limitado y los resultados los verás tú misma en muy pocas semas. ¡Anímate!