¿DENTADURA PERFECTA?
El estado de nuestros labios, dientes y encías tiene un papel fundamental en la apariencia de nuestro rostro. Cuidar de nuestra salud bucodental es primordial para nuestro bienestar, pero puedes padecer alguna afección que afee tu dentadura o desarrolle alguna patología. En este artículo te explicamos en qué consiste la hiperdoncia.
Hay personas afortunadas, que tienen la suerte de heredar una buena genética y lucir unos dientes blancos, de buen tamaño y bien colocados. Además, algunos tienen la bendición de tener también unas encías sanas, una saliva poco ácida que no les produzca sarro y ninguna tendencia a sufrir caries. Bienaventurados.
Hay otras personas, sin embargo, cuyo destino es visitar la consulta del dentista durante años para colocar bien los dientes gracias a un largo tratamiento de ortodoncia, a someterse a diferentes higienes para eliminar el sarro y la placa bacteriana, o encomendarse al periodoncista para asegurarse de que a la dentadura no le falte ninguna pieza.
Hasta aquí, nada fuera de lo común. No obstante, hay gente que sufre patologías que salen un poco de lo habitual. Es el caso de la hiperdoncia. En este artículo te explicamos en qué consiste, cuáles son las causas de su origen y qué efectos puede tener en tu salud.
¿Qué es la hiperdoncia?
Si no sufrimos ninguna alteración en la dentición, nuestra dentadura tiene 28 piezas cuando somos niños y 32 piezas en la edad adulta, incluidas las muelas del juicio.
Sin embargo, la hiperdoncia es una alteración de la dentición que provoca la aparición de más dientes de lo normal y estas piezas -que no forman parte del esquema habitual de la boca- reciben el nombre de dientes supernumerarios.
Hay dos tipos de hiperdoncia, la simple -es la más habitual y es en la que aparece solo un diente supernumerario- y la múltiple -cuando existe la erupción de varios dientes supernumerarios-.
Se estima que entre el 0,1% al 3% de la población la sufre y es más común entre hombres que en mujeres.
¿Cómo son los dientes supernumerarios?
Los dientes extras se sitúan en el maxilar superior en el 90% de las ocasiones y el caso más frecuente es una pieza llamada mesiodents, que erupciona entre los dos incisivos superiores centrales -comúnmente conocidos como palas- aunque también pueden surgir entre los incisivos y los caninos -colmillos-.
Los dientes supernumerarios suelen tener una morfología similar a las piezas dentales cercanas; sin embargo, pueden presentar una forma irregular -con cúspides como las muelas o más cilíndricos, como los conos-.
Causas que originan la hiperdoncia
Los dientes supernumerarios se forman por una hiperactividad de las células embrionarias en el momento de la formación de los dientes; sin embargo, actualmente se desconocen los motivos del aumento de esta actividad celular. La comunidad científica se decanta por un componente genético hereditario.
Esta patología también puede ser la consecuencia de alguna alteración o traumatismo en la infancia, durante los periodos en los que se forma la estructura bucal, u otros síndromes como el labio leporino -un defecto congénito que consiste en una hendidura o separación en el labio superior- o la displasia cleido-craneal -un trastorno genético en el crecimiento de los huesos-.
Efectos de una dentadura supernumeraria
La presencia de dientes supernumerarios tiene consecuencia importantes en cuanto a la alteración funcional y estética de la boca porque impide que los dientes corrientes crezcan con normalidad, incluso en ocasiones, imposibilitan que erupcionen.
Además, tener tantas piezas dentales puede ocasionar la aparición de otros inconvenientes o patologías como el apiñamiento dental -y las complicaciones derivadas como problemas de mordida o dificultad para llevar una correcta higiene, etcétera-, la aparición de espacios interdentales -la erupción de los dientes supernumerarios puede ocasionar que los adyacentes se desplacen- o desgastes dentales y fracturas -provocadas por problemas de oclusión o de sobrecarga derivada de la masticación-, entre otras.