UN PASO MÁS
En toda relación existe un momento clave: cuando se formaliza. ¿Pero qué implicaciones tiene dar ese paso? Si te da miedo formalizar las relaciones o no sabes muy bien qué significa, este articulo te interesa.
¿Formalizar una relación de pareja nos limita? ¿Nos cierra puertas? ¿Nos corta las alas? Si eso es así, entonces... ¿Cuándo es el momento ideal para formalizar una relación de pareja?
En el pasado, la vejez era sinónimo de sabiduría y las personas mayores se consideraban una parte valiosa de la población. Actualmente, nuestra visión sobre la vejez ha cambiado y buscamos escapar de ser y parecer mayores. Por ejemplo: durante el año 2021 los españoles nos dejamos 3.585.861.565 € en medicina estética y el tratamiento más demandado es el de los rellenos y el del bótox.
No queremos que se nos noten los signos de la edad en la piel, pero tampoco queremos que se nos note en nuestro estilo de vida. Por ejemplo: nos gusta salir de fiesta, viajar y tener pocas responsabilidades, no queremos tener que renunciar a nada.
Toda esta búsqueda del hedonismo y de la búsqueda perpetua de la juventud nos lleva a cambiar nuestro estilo de vida en comparación a generaciones anteriores. Algo positivo puede ser que hagamos más deporte, sin duda, un punto de vista muy saludable, y algo negativo es que llegamos tarde a los hitos de nuestra vida.
Por ejemplo: cuando queremos formalizar una relación de pareja parece que ya no encontramos lo que nos hacía felices antes, o que cuando tenemos dinero para comprarnos la casa de nuestros sueños, nos vemos solos sin tener con quien compartirla o que cuando queremos tener hijos parece que ya la biología no nos acompaña.
En principio, lo que se ha descrito en el apartado anterior no debería ser ningún problema, simplemente un nuevo concepto vital. Pero parece que los resultados muestran que sí es problemática esta mentalidad en un momento determinado de la vida. Algunos datos alarmantes son los siguientes:
Cada vez tenemos más dificultades a la hora de generar vínculos emocionales porque eso de no querer asumir responsabilidades lo llevamos también a las parejas y a cualquier tipo de relación personal. Un ejemplo relacionado con esta actitud es el de hacer ghosting, que consiste en una actitud que aparece cuando algo nos incomoda con otra persona, y en vez de hablarlo o decir claramente que queremos romper la relación, lo que hacemos para evitar responsabilidades y el conflicto y desaparecemos sin dar ningún tipo de explicación.
Este tipo de actitud nos lleva a:
Por otro lado, la actitud contraria, que consiste en dar de nosotros algo excesivo por miedo al abandono potenciando relaciones de dependencia emocional.
En conclusión, tras valorar todos los puntos descritos anteriormente, cabe traer de nuevo la pregunta que nos ha llevado a leer este artículo: ¿Cuándo es el momento ideal para formalizar una relación de pareja?
La respuesta tiene como protagonista a las emociones. Las emociones nos aportan información a la que la razón no es capaz de llegar. Por tanto, si nos sentimos cómodos con una persona, seguros, a gusto, tranquilos y enamorados, ¿por qué íbamos a postponer esa relación? Si reúne estas características, se trata de una persona con la que vamos a estar muy a gusto en una relación y que probablemente nos ayude a crecer.