ALIMENTACIÓN INFANTIL
El inicio de la alimentación complementaria a veces es complejo para las familias. A ti te han dicho una cosa, a tu amiga otra. Os acechan mil dudas y no sabes cómo resolverla. El pescado es uno de esos alimentos que genera miles de preguntas, que vamos a intentar aclarar.
Lo primero que te preguntas seguro es ¿desde cuándo? En las clásicas hojas de alimentación que aún, por desgracia, se siguen dando en algunos centros de salud, indica que el pescado es una alimento potencialmente alergénico y que, al menos, hasta los 8-9 meses no debía empezar a ofrecerse al bebé. Eso está bastante desactualizado. A día de hoy sabemos que a partir de los 6 meses podemos comenzar a introducir los diferentes alimentos, da igual por dónde empieces.
¿Puede ser tu hijo alérgico al pescado? Pues puede, pero las mismas posibilidades tiene de desarrollarla si comenzamos a los 6 meses que si comenzamos al año. Retrasar su introducción no previene nada. Así que lo que debemos hacer es dejar unos días prudenciales entre los nuevos alimentos para ver que no aparecen alergias ni intolerancias. También es bueno que, esos alimentos más alergénicos, las primeras veces los introduzcamos a la hora de comer por tener unas horas después para estar con el niño y ver si algo ocurre (pero bueno, es lo lógico, ya que hasta el año de edad no se comienza a ofrecer cenas por mucho que las marcas comerciales etiqueten sus tarritos de noche como aptos desde los 6 meses).
¿Por dónde empezamos? ¿Qué pescado dar primero?
Empezamos por donde queráis en casa, por los pescados que suelas comprar. Lo de retrasar el pescado azul también está un poco desactualizado. Probablemente en los países nórdicos comiencen por el salmón, que es lo que suelen consumir.
Ahora, lo que sí que tienes que tener claro es qué pescados no ofrecer, no sólo en bebés, sino en niños menores de 10 años por su contenido en mercurio: son esos pescados grandes, tipo atún, cazón, pez espada y similares. Antes se podían consumir desde los 3 años, pero desde hace un tiempo se ha limitado más aún su consumo en niños, ya que su sistema nervioso está en desarrollo y el mercurio es neurotóxico. Tampoco deberías consumirlo tú si estás embarazada, planificando un embarazo o lactando.
Una pregunta muy frecuente que se hacen las madres es ¿y qué pasa con el atún de lata? ¿Ese tampoco? Pues no es un pescado grande como el atún fresco, porque el atún en conserva suele ser atún claro, pero tampoco es recomendable su consumo, al menos en el primer año de vida. ¿Por qué? Pues porque por debajo del año los niños no deben consumir conservas en general ya que, en caso de botulismo, éste es mucho más grave. Y además las conservas suelen ser alimentos con alto contenido en sal, que tampoco deberían tomar los menores de un año. ¿En bebés a partir de esa edad? Podrías, pero con moderación. Así que si vas a usarlas en casa, tu primera opción debería ser el que va al natural con bajo contenido en sal. La segunda mejor opción serían aquellas con aceite de oliva virgen extra y las menos saludables y recomendables las que llevan salsa.
Otras dudas que surgen es, ¿qué hay del pescado marinado o ahumado? ¿Y del pescado crudo ahora que el sushi está tan de moda? Tanto si consumes salmón ahumado como marinado en casa suelen ser preparaciones con un alto contenido en sal, por lo que no deben ser la forma de consumo principal a partir del año. Ya sabes que en menores de un año la sal hay que evitarla al máximo. Además, los ahumados son pescados sometidos a la acción del humo de los que tampoco hay que abusar y siempre a partir de un año.
Con respecto al consumo de cualquier pescado crudo, sea en ceviche, marinado, en vinagre o similar tiene riesgo de transmisión de anisakis, por lo que debemos ser muy cautos a cualquier edad, pero mucho más en niños y embarazadas. Hay pescados, algunos de ellos de uso frecuente en los bebés, como la merluza, la pescadilla o la bacaladilla, así como el besugo, los boquerones, el bacalao o el jurel, cuyo de contaminación puede ser mayor y con los que hay que llevar más cuidado aún. ¿Cuál es la medida más eficaz para matar las larvas de anisakis y evitar el contagio? Si tienes un frigorífico de tres estrellas o más, el congelador puede alcanzar una temperatura de -20ºC o menos. A esta temperatura, congelar el pescado durante 5 días es suficiente para prevenir la transmisión del anisakis. ¿Tu congelador no alcanza esa temperatura? Compra el pescado ya congelado. Con respecto al sushi, en el que no sólo va pescado crudo, sino que además lleva algas, no parece la forma más adecuada de ofrecer en menores de un año. ¿A partir de esta edad? Pues podrían, pero de manera muy limitada.