Día de la Madre

Cosas que te suceden cuando eres madre (y que nadie te había dicho)

Ser madre y confinada (y confiésalo, ahora también confitada, porque no habéis hecho más que dulces durante esta cuarentena), toda una hazaña. Desde aquí, nuestro gran aplauso y más sincera admiración, porque si ocuparte de los enanos mientras trabajas fuera ya era una odisea, ¡qué decir sobre pensar en el menú diario, mientras tienes una call con tu jefe con tus churumbeles pegándose en el salón de casa! ¿A que suena maravilloso?

Madre agotadaiStock

Pues claro que sí, así son las cosas cuando uno tiene hijo o hijos, que tu vida, que más o menos la tenías ordenadita, se convierte en una hecatombe. No digamos ahora en tiempos del coronavirus.

Pero veamos las cosas con un poquito de humor, que nunca ha de perderse. Ahí va una lista de cosas que te suceden cuando eres madre y nadie te había avisado de ellas:

- Ya no volverás a dormir como antes: y ese antes se refiere a antes de haber estado embarazada. Sean pequeños (si son pequeños es algo más o menos asumido) o más grandes, da igual. Parece que la maternidad activa un dispositivo del que no tenías constancia ni nadie te avisó y que hace que tengas el sueño más ligero y que te despiertes con el vuelo de una mosca.

- Se acabó el silencio: sí, el silencio se acabó. Solo lo tendrás cuando estén en el cole o en la calle y ahora ninguna de las dos anteriores son posibles. “Los anuncios de máquinas de aire acondicionado no los hacen en casa con niños porque nadie se percataría de si el aparato hace o no hace ruido”, dice Blanca Blanco, mamá de Julio.

Lo que viene siendo agotamiento | iStock

- No volverás a mear ni a cagar tranquila: perdonen la franqueza, pero así es. No tienes intimidad ni en esos momentos tan personales. Olvídate eso de aprovechar estar sentado en el trono para ojear esa revista o responder a los mensajes. Ni lo uno ni lo otro, ni siquiera, pensar: cuando menos te lo esperes, aparecerá un churumbel para cualquier tipo de solicitud. “Mamá, tengo mocos, la merienda, me ha quitado Menganito el mando, etc”.

- Tampoco te avisó nadie de que te pasarías el resto de tu vida, o casi, en mallas (máxime si estamos confinados). O sea, se acabó el cuidado personal (y confiesa que te da igual), ahora cuidamos de los pequeños, lo que nos lleva al siguiente punto…

- ¿Esa novela de la que todo el mundo habla? ¿La última peli de tu actor preferido? Pues ya la verás más adelante… si eso. En definitiva: que dejas de tener tiempo para ti y ahora el poco tiempo libre que te queda, si es que te queda, lo dedicas a descansar…

- Botón de apagado: tú llegas muerta la final del día, pero, ¿y ellos? ¿Dónde tienen los niños el botón de off? ¿Cómo es posible que tú no te tengas en pie y él esté pegando saltos en la cama a las once de la noche sin ninguna gana de dormir? ¿Eh, cómo es posible?