Guía de compras

Cosas básicas que debes saber antes de comprar un nórdico

Hay nórdicos y nórdicos, y si los precios fluctúan tanto es porque también lo hace la calidad. Si tienes pensado comprar uno te explicamos qué debes tener en cuenta y cuál debes escoger en función de tus necesidades y de tu bolsillo.

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El material: fibra, plumas o plumón

El plumón es un aislante térmico natural, ya que las plumas de las aves tienen la propiedad de aislar del frío y la humedad. Por este motivo, los rellenos de plumón no solo son especialmente calentitos, sino que además son muy ligeros, pues es un material muy esponjoso que forma en su interior muchos pequeños huequecitos donde queda atrapado el aire caliente. Los nórdicos de este material se elaboran con plumones de ganso u oca –estos últimos son los mejores del mercado–, y son generalmente caros y difíciles de encontrar. Los de plumas, por su parte, son algo más pesados y económicos que los de plumón, y tienen las mismas características.

La fibra sintética, por su parte, intenta imitar las características de plumón y plumas pero se queda por el camino: es más pesada, menos confortable y aísla mucho menos el calor, ya que se calienta con nuestro calor corporal. Merece la pena, insistimos, optar por un nórdico de plumas o plumón siempre que el bolsillo nos lo permita: podemos encontrar buenas ofertas en Internet o esperar a rebajas hasta dar con algo que se ajuste a nuestro presupuesto. Hay que tener en cuenta que un buen nórdico va a durarnos años, décadas, y si además somos de las que dormimos mal y nos despertamos con cualquier cosa un nórdico de la máxima calidad es el primer paso para garantizar una buena salud del sueño.

Más allá de la fibra: microfibra o fibra hueca siliconada

Dentro de la fibra existen diferentes categorías, algunas bastante interesantes. La microfibra es la que mejor simula la composición de un plumón, por su ligereza y su capacidad de mantener el calor, y hay algunas de muy buena calidad en el mercado. Por su parte, la fibra hueca siliconada permite la circulación del aire y la vaporización de la humedad, tiene un tacto suave y nos permite dormir calentitas sin sudar.

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Ojo a las engañifas

Dado que los nórdicos de plumón suelen ser caros, algunas compañías venden la composición de sus nórdicos como mixtos –es decir, con una composición de pluma y plumón– y en ocasiones apenas contienen el 5% de plumón. Hay que desconfiar si encontramos gangas y asegurarnos de cuál es exactamente la composición de pluma y plumón antes de adquirirlos.

El gramaje

Una vez escogido el material que queremos, hemos de tener en cuenta el clima del lugar en que nos encontramos y lo frioleras que somos. Existen varios gramajes en función de estos parámetros: el relleno más ligero, de 125 g, para temperaturas de entre 18 y 24º (el bendito nórdico de verano); entre 250 y 300 g para casas con calefacción y temperaturas de entre 12 y 18º; y de 400 g para casas sin calefacción o para quienes la apagan por las noches (cosa que debería ser obligatoria por una cuestión de sostenibilidad). Muchas personas combinan varias opciones y las van alternando en función de los cambios de estación y temperatura.

Antibacterias sí o no

Todos los nórdicos de pluma y plumón han recibido un tratamiento antibacterias, aunque no así todos los de fibra. Si somos alérgicas a los ácaros, es importante que nos aseguremos de que la pieza que adquiramos ha sido tratada, por lo que conviene consultar al vendedor antes de comprar un nórdico alegremente.

Rellenos de colores

Dado que cambiar la funda nórdica resulta una actividad terrorífica para muchas –hacerlo sin ayuda es todo un arte–, muchas compañías han lanzado al mercado rellenos de funda nórdica de colores, que se pueden usar por sí solos sin necesidad de funda. Es una buena idea que nos permite ir alternando entre usarlos con o sin funda en función de lo vagas que estemos y las ganas que tengamos de afrontar el cambio de funda. A la hora de escoger un relleno de colores o con estampados, debes guiarte por los mismos parámetros que detallábamos anteriormente: fibra o plumas, gramaje adecuado, etc.

¿Dúos?

En lugar de comprar un nórdico de verano y otro de invierno, e incluso de entretiempo, siempre podemos recurrir a los modelos dúos, dos nórdicos que se enganchan mediante un corchete y que se pueden extraer o unir en función de la temperatura. Un producto dos en uno, muy práctico para todas aquellas que no puedan vivir sin su nórdico en ningún momento del año.