CUIDAR NUESTRO CUERPO
Un debate común en nuestra sociedad es defender el caminar frente a correr, y viceversa. ¿Cuál es mejor para nuestra salud? En este artículo arrojaremos luz sobre este asunto.
¿Correr o caminar? Este es un debate tradicional que enfrenta dos puntos de vista. Los argumentos más habituales defienden en un extremo que correr es muy lesivo, y en el otro que andar no mejora la forma física. Vamos a ver qué hay de cierto en cada una de estas convicciones y dilucidar qué es mejor para la salud a largo plazo.
En primer lugar, es necesario conocer dos conceptos: "actividad física" y "ejercicio físico":
Caminar y correr se consideran actividad o ejercicio físico en función de cada persona. Por ejemplo, para una persona de 80 años, que además nunca ha hecho deporte, caminar es un ejercicio físico muy bueno. Sin embargo, para una persona de 30 años es actividad física.
Varía en función de la persona, aunque a nivel genérico podemos concluir de forma general que caminar es actividad física, una práctica que deberíamos realizar de forma rutinaria en nuestro día a día. Correr, sin embargo, es ejercicio físico, una actividad que hacemos durante más o menos tiempo en función de lo que queremos conseguir.
Actividades físicas comunes son caminar, ir a la compra, subir las escaleras del transporte público, pasear al perro, etc. Mientras que ejercicio físico es correr, ir en bici, natación, musculación, etcétera.
Andar es una actividad muy positiva y recomendable para tener una actividad diaria, que nos aporte un mínimo de salud y calidad de vida. En cambio, si queremos mejorar nuestra condición física y estar lo mejor posible, es necesario recurrir al ejercicio.
El ejercicio físico supone mayor estímulo para nuestro organismo y, en consecuencia, tiene mayores beneficios. Con solo 5-10 minutos al día de carrera se consigue reducir un 45% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. En cambio, caminar requiere de 15 minutos al día y a una velocidad rápida para bajar un 25% el riesgo de cardiopatía isquémica, indica este estudio.
Evidentemente, no. Cada actividad tiene sus beneficios e inconvenientes, y es necesario sopesar.
Beneficios de caminar:
Inconvenientes de caminar:
Según este estudio, caminar 15 minutos aporta algunos beneficios similares a correr 5 minutos. Es decir, caminar requiere mucho más tiempo para conseguir los mismos beneficios.
Beneficios de correr:
Inconvenientes de correr:
Para tu salud lo mejor es, sin duda, hacer ambas cosas. En el día a día, caminar. Como entrenamiento, correr. El principal riesgo de correr son las posibles lesiones. Para librarnos de ellas es imprescindible hacer entrenamiento de fuerza, porque refuerza la musculatura adyacente y protege las articulaciones.
En el caso de que tengas molestias articulares o alguna lesión que te impida correr, simplemente no lo hagas. Pero sí busca estímulos más intensos para conseguir beneficios extra. Una buena opción es caminar como actividad física semanal y andar con cambios de pendiente o con cambios de velocidad para que sea un entrenamiento.