Interacción social
En plena desescalada, tenemos que enfrentarnos al miedo a salir a la calle (y al contagio), ¿provocará esto una estigmatización de las personas que sabemos han pasado la enfermedad?
El coronavirus no sabe de nacionalidades, ni de color de piel, ni de tendencias políticas… es para todos, aunque afecte a determinadas poblaciones con más saña. Nos ponemos la mascarilla por miedo al contagio y esto ya dice mucho de nosotros, porque, ¿y si fuésemos nosotros las posibles fuente de contagio? Al haber muchos asintomáticos y escasos test de detección de la enfermedad, cualquiera puede haberla pasado sin haberse dado cuenta.
En este contexto, en plena pandemia, con miedo a otros rebrotes y tras haber pasado más de dos meses encerrados en nuestras casas, salir a la calle representa todo un desafío. Y ya, si estamos o entramos en la fase 1, encontrarnos con otros es una odisea aún mayor: ¿serán positivos? ¿les estigmatizaremos?
“Un acto tan trivial y cotidiano, como salir a la calle, es ahora, un reto para todos, un obstáculo insalvable para algunos. Deseamos la compañía, cansados de estar en casa, pero en ese deseo está también el peligro. Algunas voces dicen que tenderemos a estigmatizar al otro, a rechazarlo, a poner “tierra de por medio”, si es posible, más de dos metros”, explica la socióloga experta en neurolingüística, Alicia Aradilla.
La experta continúa: “El rechazo al desconocido, a cualquiera con quien nos crucemos en la calle, es una alternativa para gestionar el miedo, no es la más útil o adecuada, pero es posible que sea la opción que tomen algunas personas. La gran paradoja es que estamos preocupados por el aislamiento social por estar cada uno en su casa, sin poder relacionarnos y antes de volver a poner el pie en la calle, estamos predispuestos a estigmatiza o rechazar al otro, cualquiera que sea”.
Hemos dado universalidad al rechazo, si anteriormente se basaba en criterios, como raza, religión, sexualidad, ideologías… (cuestiones que, de alguna manera podían ser elegidas) ahora, el mero hecho de tener cuerpo físico, puede generar un rechazo indiscriminado. “Así que cualquiera de nosotros puede estigmatizar al otro, y a la vez, y aquí está la gran novedad, como fenómeno sociológico, es que todos, sin excepción, somos susceptibles de ser rechazados”, dice.
¿Qué se puede hacer para evitar estigmatizar? Algunas actitudes que pueden contribuir a volver a la calle, de manera saludable y equilibrada, no sólo para cada uno de nosotros, sino, para todo el conjunto de la sociedad son las siguientes:
• “Identifica fuentes de información veraces y mantente al día de las novedades de la Covid-19”.
• “Sigue las recomendaciones sanitarias, eso te aportará seguridad frente a los otros y satisfacción de ti”.
• “Cada día más fácil que el anterior. Cumple las normativas y recomendaciones de los primeros días de desescalada, que también son los primeros días de readaptación a las salidas a espacios públicos”.
• “Provoca contacto visual con otras personas, vernos con mascarillas, que oculta la mitad de la cara, se nos hace extraño, incómodo, e incluso difícil, mirar a los ojos, nos reconforta y favorece la empatía”.
• “Empatiza. Recuerda que la otra persona está en la misma situación que tú, así que probablemente siente tus mismas inquietudes. Esto te relajará, dos humanos en la misma situación que se comprenden”.
• “Practica la sonrisa Dechenne, es la más auténtica y sincera, por eso en ella actúan la mayoría de músculos faciales, se expresa especialmente alrededor de los ojos, formando alrededor de los ojos arrugas pequeñas. Sonríe con tu mirada”.
• “Si sientes miedo o ansiedad, reconócelo, acéptalo, así comenzará a transformarse”, finaliza.