Son innumerables los motivos por los que la mayoría de personas prefieren el verano. No obstante, no se trata de una temporada del año idílica. Este periodo de altas temperaturas también tiene sus inconvenientes. Y no son pocos. Y es que, en España, ya nos encontramos en plena canícula, ese momento de la estación del verano que se caracteriza por la disminución o ausencia de lluvias. Es decir, una sequía.
En esta etapa del año, donde los termómetros se disparan, es complicado mantener nuestras rutinas diarias. Tanto en la vertiente alimenticia como en nuestras jornadas laborales o nuestro tiempo de ocio. El calor nos quita esa sensación de apetito y disminuye nuestra energía para el día a día. Por eso es importante adoptar algunas sencillas medidas de prevención para evitar que el calor nos gane la batalla este verano.
Plan de prevención contra las altas temperaturas
Como suele ser habitual año tras año, el Ministerio de Sanidad ha compartido su plan de prevención de los efectos de las altas temperaturas para este verano de 2023. Un documento que recoge las recomendaciones generales para combatir el calor. Además, también incluye un mapa diario de riesgo para conocer las previsiones y riesgos de cada punto de la península.
En líneas generales, lo ideal es no exponernos demasiado a temperaturas excesivas ni salir a horas centrales del día para evitar calambres, deshidratación, insolación o golpes de calor. Además, señala la importancia de seguir estos consejos en personas mayores o niños, quienes pueden verse más afectados ante estas situaciones. Estas son las 10 recomendaciones que hace la OCU para este verano:
- Atención a los grupos de riesgo como bebés, niños pequeños, personas mayores o enfermos crónicos que requieren un cuidado y atención especial.
- Bebe mucha agua. La hidratación es clave para combatir el calor. Consume sobre todo agua, aunque puede alternarlo con otro tipo de líquidos, siempre y cuando no se abusen de bebidas con cafeína o azucaradas. También debemos alejarnos del alcohol.
- Controla tus comidas y aliméntate bien. Evita comidas pesadas y copiosas y apuesta por los platos ligeros, frescos y que te mantengan hidratado. Ensaladas, frutas o sopas frías, son la mejor opción.
- Protégete del sol con crema solar. Hazlo tantas veces como sea necesario, pero no te apliques una única loción y te olvides, no servirá de nada. Ten en cuenta que el factor de protección debe ser elevado y asegúrate que la marca que usas de protector es recomendable.
- Mantente en la sombra. Es cierto que, si vamos a la playa o a la piscina, no convence la idea de apartarte y quedarte en la sombra, refugiado en un lugar fresco o climatizado, pero es lo más aconsejable para evitar exponerte a los peligros del sol.
- Evitar realizar deporte al aire libre y en las horas centrales del día. Si es posible, reducir la actividad física diaria.
- Utiliza ropa ligera, holgada y de tejidos transpirables. También vigila tu calzado.
- Ten mucho cuidado con el coche y su interior. Mantén una buena temperatura en el interior del coche y evita que el calor excesivo se acomode en él, ya que puede provocar somnolencia, u otros síntomas, que pueden derivar en un accidente de tráfico. Obviamente, si se estaciona el vehículo, no debemos dejar a nadie en su interior. Ni personas, ni animales.
- Conserva tus medicinas en un lugar fresco para que no les afecte el calor. Es cierto que algunos aguantan las temperaturas elevadas sin ningún problema, pero hay otras que son sensibles al calor, por lo que mejor tener cuidado con todas.
- Consulta a tu médico ante la aparición de cualquier síntoma provocado por las altas temperaturas. Desde sequedad, piel enrojecida, pulso débil o dolores de cabeza. Si los síntomas no han desaparecido pasada una hora, acude a tu consulta médica.