SOBREPENSAMIENTO

Consejos para evitar encadenar un pensamiento con otro y acabar estresado

Así es como podemos aprender a evitar el sobrepensamiento y la ansiedad excesiva por ello.

Cada persona reacciona con su actitud propia a diferentes situaciones que se viven cotidianamente. Un claro ejemplo son las que experimentan la situación de no poder terminar de darle vueltas a las cosas y por más que lo intentan, les es imposible parar de pensar en ello, hasta el punto de que, si les ocurre con alguna situación que puede estar ya bajo control y con cierta claridad, sus mentes las convierten en un bucle sin fin que acaba estresándolas. Esto se conoce como sobrepensamiento, y te enseñamos cómo poder evitarlo.

Evitar pensar demasiado

El primer consejo es aprender a identificar el momento en que comenzamos a tener este tipo de pensamientos. El sobrepensamiento puede ocurrir con cualquier problema que tengamos, como una relación o entregar un informe a tiempo en el trabajo. Para afrontar estas situaciones nos será de gran ayuda aprender a parar esos pensamientos a tiempo y para usar estos mismos a nuestro favor. Así podremos actuar antes de que la ansiedad sea excesiva, y como refuerzo para evitarla, podemos empezar a realizar técnicas de relajación.

En segundo lugar, lo que más se suele recomendar con frecuencia es el realizar ejercicios de relajación y meditación que, junto con el ejercicio físico, es algo fundamental. Aunque tan solo le podamos dedicar unos 30 minutos al día, nos será suficiente para ayudarnos a liberar estrés y relajarnos, haciéndonos bien tanto mental como físicamente. De esta forma ayudará a que evitemos dar vueltas en la cama pensando una y otra vez sobre el mismo problema.

Como tercera recomendación, podemos pedir el consejo de un amigo cercano o de un profesional, algo que es muy importante hacer sí o sí. Tener a alguien a quien preguntarle qué haría si estuviera en la misma situación que pasamos nosotros, puede ayudar a que veamos las cosas de otra manera cuando no dejamos de darle vueltas.

Por último, también debemos preguntarnos qué es lo que le diríamos a otra persona si nos plantea la misma situación, intentando proyectar esta conversación siendo lo más frío posible.

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