PIES SANOS
Los cuidados de los pies están a la orden del día ahora que hace tanto calor y llevamos los pies al aire con sandalias u otros calzados veraniegos. Utilizar las limas especiales es lo más recurrente, pero los expertos avisan de que puede ser peligroso.
Con la llegada del verano, muchas personas apuestan por ponerse sandalias para luchar contra el calor, estar más frescas y llevar un estilo más acorde con la época del año. Atrás quedan esas botas y zapatos más bien pesados y calentitos para dar paso a unos pies al aire libre que necesitan respirar a causa de las altas temperaturas.
Pero antes de ataviarse cualquier calzado abierto, llega un momento importante que trata de atender una parte de nuestro cuerpo que a menudo descuidamos durante los meses de invierno. Nos referimos a los pies y a las posibles durezas que puedan aparecer. Para tener unos pies aparentemente perfectos, se usan instrumentos como las limas especiales para esta parte del cuerpo.
En este artículo nos centraremos en por qué aparecen las durezas, cómo se usan las limas y cuáles pueden ser los efectos negativos de utilizarlas, según los expertos en podología.
Comúnmente las conocemos como callos o, en términos más profesionales, como queratosis o hiperqueratosis. Las durezas de los pies son engrosamientos de la piel que surgen por la presión y la fricción constante en zonas como los dedos, la planta y los talones.
Los entendidos en la materia apuntan que las causas comunes que provocan la aparición de los callos son llevar un calzado inadecuado (zapatos demasiado ajustados o tacones altos, por ejemplo); sufrir alguna deformidad en el pie (como dedo en martillo); correr, caminar y estar de pie mucho tiempo; y una higiene inapropiada.
Para evitar la hiperqueratosis, hay que llevar calzado cómodo, mantener una buena higiene, llevar plantillas si es necesario y visitar al podólogo regularmente.
Primero, lávate los pies con agua tibia y jabón y sécalos bien (de esta manera, ayuda a prevenir infecciones). Después, debes asegurarte de que es una lima especialmente pensada para usar en los pies (tienen una superficie rugosa y suelen ser de metal, vidrio o papel de lija).
Al utilizarla, no aprietes demasiado ni tampoco la uses cada día porque esto puede provocarte irritaciones y heridas en la piel. Para terminar, aplícate una crema hidratante para mantener la piel suave y flexible.
Sin embargo, los expertos alertan de que no deberías limarte las durezas en casa, ya que esto puede provocar otros inconvenientes más serios. Esto es lo que advierte el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) en un comunicado donde recoge declaraciones de su presidenta, Maite García.
Desde el ICOPCV explican que "este tipo de alteraciones de la piel no deben tratarse en casa y suponen una patología que requiere ser diagnosticada para conocer el origen del problema y aplicar el tratamiento más adecuado en ese caso específico". Esto es, antes de hacer nada, pide hora a tu podólogo para que revise lo que te pasa.
García cuenta que "bajo esta apariencia de lo que consideramos un callo o una zona deshidratada de la piel, puede esconderse alguna patología que haya producido ese exceso de piel en la zona". Además, avisa de que usar las limas que venden en los supermercados y en las farmacias puedes agravar el problema si no se utilizan correctamente.