GÉNERO

¿Cómo es el tratamiento de una persona trans?

El tratamiento de una persona trans siempre debe ser individualizado, pero hay consideraciones que siempre cabe tener en cuenta.

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Ahora que la ley trans está de plena actualidad, muchas personas se preguntan cómo es actualmente el proceso que ha de seguir una persona transgénero hasta pasar por una cirugía de confirmación de género. O incluso puede que nos hayamos planteado dar este paso si es nuestro caso o el de alguno de nuestros hijos. Lo cierto es que se trata de un proceso complejo en el que participan diversos especialistas. Por ello lo más importante es siempre acudir a preguntar todas nuestras dudas porque, además, hay cuestiones que están en constante cambio.

Aporta algunas de las claves a tener en cuenta Iván Mañero, especialista en cirugía de confirmación de sexo de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

“Lo más habitual y aconsejable es que inicialmente la persona transgénero o diversa de género que desea iniciar un proceso de transición y confirmación de género consulte con su médico de familia (si es adulto) o pediatra (en caso de niños/adolescentes) de su centro de salud de Atención Primaria”, aclara como primer paso la especialista.

Este primer facultativo será el que valorará el caso de forma inicial, hará el diagnóstico de disforia de género si corresponde, dará la información básica necesaria y derivará al individuo a los especialistas correspondientes del equipo multidisciplinar de género.

“Estos profesionales serán los encargados entonces de gestionar el proceso a seguir de confirmación de género desde una Unidad de Salud y Confirmación de Género, compuesta por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios, basándose en los protocolos vigentes de las Autoridades Sanitarias locales y de la WPATH (World Professional Association of Trans-gender Health)”, añade Mañero.

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Tratamiento hormonal y cirugía corporal

En cuanto al propio tratamiento lo más habitual es realizar un tratamiento hormonal antes de realizar la cirugía de confirmación de género. Todo ello salvo que existan contraindicaciones al mismo. Pese a ello, cabe tener en cuenta no todas las personas trans necesitan pasar por una cirugía, por lo que el proceso debe estar individualizado y centrado en las necesidades de cada persona.

Asimismo, Ana I. Arnó, también cirujana de la SECPRE, añade que hay algunas cuestiones a considerar. “Es muy importante evaluar previamente las posibilidades de preservación de la fertilidad, por ejemplo, así como descartar si existen contraindicaciones a iniciar el tratamiento hormonal de confirmación de género, teniendo en cuenta comorbilidades de base, principalmente”.

Respecto a la propia cirugía, esta no solo tiene por qué centrarse en la parte genital, como solemos pensar. “La cirugía engloba toda la topografía corporal si es necesario, subclasificándose en cirugía genital, cirugía de feminización facial, cirugía mamaria, cirugía corporal en general, y un amplio conjunto de cirugías plásticas, reparadoras y estéticas para lograr armonizar y confirmar el género en el contexto individualizado de cada paciente”.

Otro de los datos a tener en cuenta es que no se aplican los mismos estándares para la cirugía genital, que, por ejemplo, para el aumento de mamas. “En las directrices más recientes de la WPATH (recogidas en la versión 7 de los “Standards Of Care” o “SOC”), se indica como excepción general a este requisito la cirugía mamaria de confirmación de género, la cual puede realizarse sin tratamiento hormonal previo. Sin embargo, se recomienda al menos 12 meses de tratamiento hormonal previo”, añade Ana I. Arnó, también cirujana de la SECPRE.

Cambios legislativos

El paso más controvertido es el que lleva a analizar la salud mental de la persona y a conseguir un diagnóstico de disforia de género, punto sobre el cuál gira parte del debate de la nueva ley trans. Lo esperable, según Ana I. Arnó, es que esta nueva normativa vaya a facilitar y minimizar aspectos legales del proceso de transición de género, y podría simplificar también algunos criterios clínicos en un futuro próximo.

Más allá de este punto, la experta aclara que lo que sí es recomendable es ofrecer una consulta con el psicólogo para un mejor acompañamiento. “Sin embargo, la psicoterapia antes de instaurar el tratamiento hormonal o quirúrgico no se considera obligatoria por la WPATH”.

Por último, Mañero añade que “En cuanto a los requisitos específicos para este tipo de cirugías en nuestro país, éstos van variando enormemente con el tiempo y según la Comunidad Autónoma”. Por ello, siempre debemos dejarnos asesorar por nuestro especialista. “Es muy importante que el enfoque del proceso de transición y confirmación de género se plantee de forma multidisciplinar y coordinada, con un trato y atención profesionales, respetuosos, empáticos e inclusivos, no sólo antes, sino también después de la cirugía”, concluye el experto.