Fomenta la unión con tu pareja
Todos los consejos que necesitas para una noche de sexo íntimo y lento con tu pareja.
No hay duda: esos polvos apasionados en la mesa de la cocina, tan rápidos que apenas te da tiempo a quitarte la ropa, pueden darle emoción a vuestra relación, pero cuando se trata de mantener la felicidad plena en pareja, las noches dulces, sensuales y sobre todo lentas en la cama son mucho más efectivas. Las experiencias sexuales tranquilas e íntimas aprovechan el poder de las hormonas para hacer que ambos os sintáis más unidos física y emocionalmente. Si quieres vivir una noche de sexo de película romántica añade a tus posturas estos matices que maximizan el sentimiento de amor mutuo.
Besos tántricos
Durante las posiciones en las que os encontréis cara a cara, acerca tus labios a los suyos de manera muy lenta para que estés casi (pero no del todo) besándole, y luego inhala cuando tu pareja exhale. La sensación de estar prácticamente respirando el aire del otro es extremadamente erótica.
El poder de las palabras
Hablar durante el sexo intensifica la acción y puede aumentar los niveles de serotonina y dopamina del cerebro, encargadas de la excitación. Prueba a susurrarle cosas dulces, murmurar cerca de su oído provoca una respuesta corporal automática que a veces despierta un hormigueo en el cuello. Mientras hacéis el amor, esfuérzate por expresar de manera audible tu reacción ante cada caricia o cada beso. No tiene por qué ser una referencia sexual, una frase halagadora tipo "me encanta tu piel" o "me gusta esta pequeña curva" es capaz de crear un vínculo eterno. Si eres de gemidos, incluye entre ellos su nombre. La gente adora escuchar su propio nombre, permite saber que importamos a la otra persona y, lo que puede parecer una tontería, el inconsciente lo transforma en reconocimiento. Hazlo cuando esté a punto de llegar al orgasmo para experimentar una conexión emocional aún más poderosa.
Cerca del corazón
Lamer suavemente los pezones libera oxitocina, también conocida como la hormona del abrazo, que activa la parte del agradecimiento dentro del cerebro y puede hacer que se nos sintamos aún más enamorados. Para unos juegos previos más intensos, haz que tu compañero juegue con la lengua por tus pechos, o que use una gotita de lubricante para estimularlos.
Contacto visual
Tratad de miraros a los ojos de manera firme y sexy durante todo el coito. El contacto visual, especialmente si va acompañado de una sonrisa lujuriosa, puede hablar más que mil palabras y la conexión que genera entre dos personas es inigualable.Sigue acariciando
No pares. Acaricia a tu pareja con suavidad, pasando las manos sobre su piel para estimular las células nerviosas y observa cómo responden determinadas zonas al toque ligero de tus dedos. No te olvides de esas otras áreas menos transitadas, como la mandíbula, las clavículas, los muslos internos o las piernas, pues le estarás indicando que estás disfrutando cada centímetro de su cuerpo. Convierte tu mano en una varita mágica de exploración.
Relájate y disfruta
Muchas veces entablamos relaciones sexuales con la expectativa de que tenemos que darlo todo entre las sábanas. Pero permitirse recibir placer puede ayudaros a sentir más amor al captar toda la atención de tu pareja. Al sentirte vulnerable y dejarte llevar, aceptas con total amplitud lo que tu compañero te está ofreciendo.
Prueba estas 3 posturas
La cuchara de azúcar: como en la cuchara de toda la vida, pero pasando la parte superior de tu pierna por encima de tu chico mientras él acaricia tu clítoris con una mano para tener más contacto corporal.
La mecedora: mientras él se sienta en el borde del sofá, tú te pones en su regazo y os mecéis lentamente. Si te subes frente a frente ganarás las ventajas del contacto visual. Esta postura es un abrazo con potencial de orgasmo.
El ocho: túmbate boca arriba con las rodillas levantadas y dobladas, coloca una almohada debajo de tu trasero para que tu pareja pueda empujar contra ti en círculos. Además de poder miraros a los ojos, la fricción controlada os dará tiempo para dar forma a un clímax intenso.
Y después de hacerlo
Tener una charla de almohada nada más terminar o mientras permanecéis desnudos con una sola manta en el sofá y os vais recuperando del sexo físico, hormonal y emocional, hace que os abráis el uno al otro y que os mostréis más vulnerables. Puedes empezar una conversación preguntándole cómo sería un día perfecto para él. Es una de las famosas 36 preguntas del psicólogo Arthur Aron que pueden hacer que nos enamoremos de alguien.
Si cada uno vuelve a su casa, puedes mantener el vínculo creado durante esa velada sexual tan especial con un mensajito de texto. Aunque suene ñoño, mándale un whatsapp con algo como "mi cama huele a ti", "no me quito de la cabeza lo de la otra noche" o "qué guapo estás después de hacerlo", lo que te salga con tal de decirle a tu compañero que todavía estás paladeando ese cálido resplandor sexual, y recibir un nuevo chute de dopamina en el cerebro, que es lo más parecido a ganar un premio.