Los problemas son muy habituales
Son muchas las mujeres que tienen algún problema de tiroides, pero es cierto que las que nunca lo han tenido ni siquiera saben muy bien qué es la glándula tiroides, dónde se sitúa y cuál es exactamente su función.
En resumidas cuentas, “La tiroides es algo así como el termostato del organismo, gracias al cual todos los sistemas trabajan adecuadamente. Se encarga, pues, de activar los demás sistemas orgánicos”, señala Alejandro Flor, cirujano especializado en cirugía endocrina de Quirúrgica Cirujanos Asociados. “En líneas generales, la mayoría de mujeres tenemos controlada nuestra tiroides mediante las analíticas completas que nos hacen en las revisiones ginecológicas, de manos del endocrinólogo o incluso del médico de cabecera, aunque en la mayoría de casos “el diagnóstico es casual”, señala Flor.
De hecho, la sintomatología asociada a los problemas de tiroides es difusa, puede variar en función de cada mujer, y a priori puede relacionarse con otros trastornos, de manera que las disfunciones en la tiroides no son siempre fáciles de identificar. A grandes rasgos, existen dos tipos de trastornos relacionados con la glándula tiroides. Por un lado, el hipertiroidismo. “Se produce cuando el organismo está acelerado, porque la tiroides trabaja en exceso. Va asociado a síntomas como sudar más, tener calor, nervios, ansiedad diarrea”, explica el doctor. En general, se acompaña también “de un aumento del apetito, que no va necesariamente unido a una ganancia de peso, sino todo lo contrario: se va perdiendo peso progresivamente”.
En el caso del hipotiroidismo, la sintomatología consiste en “tener la piel seca, estreñimiento sin motivo, poco apetito y sin embargo aumento de peso, etc.”. Dado que, en definitiva, casi todas las mujeres han experimentado en algún momento de sus vidas estos síntomas de forma aislada, es complicado detectar un problema de tiroides. Flor señala que, en muchas ocasiones, son los peluqueros los que alertan a las pacientes de la existencia de nódulos, pues los detectan con el masaje que realizan en el cuello al lavar el pelo.
La buena noticia es, según el doctor, “Que los trastornos de tiroides, incluso aquellos que presentan nódulos malignos, tienen un pronóstico excelente”, de manera que “Lo más habitual es que alguien a quien se le diagnostique cáncer de tiroides acabe muriendo de otra cosa, con 90 años”, explica Flor, quien insiste en que, pese al susto inicial, las pacientes con cáncer suelen afrontar el tratamiento con optimismo dado que el pronóstico es bueno. “El cáncer de tiroides no suele dar metástasis, y si lo hace es a los ganglios linfáticos adyacentes al cuello, que también pueden extirparse. Además, la operación es cada vez más sencilla, e incluso está empezando a usarse con éxito la técnica de la laparoscopia, más sencilla”. De hecho, Flor la empleó por primera vez con éxito hace pocas semanas, aunque solo se puede llevar a cabo para nódulos de un tamaño limitado, menores de 3 cm.
El principal trastorno de la tiroides (que supone un 68% de las intervenciones que se realizan en quirúrgica) es el llamado bocio multinodular, un conjunto de nódulos benignos que generalmente se controlan mediante ecografías y que se operan cuando alcanzan un gran tamaño o dan lugar a otras complicaciones, aunque es conveniente estudiar cada caso individualmente para discernir cuál es el mejor tratamiento.
“Lo más habitual es que se extraiga la tiroides completa, de manera que la paciente tiene que tomar una pastilla al día que cumpla la función de la hormona tiroidea”, un tratamiento que, según el doctor, no tiene mayores complicaciones y garantiza una buena calidad de vida, ya que “el organismo ni se entera de que no tiene glándula”. “Por otro lado, generalmente en el caso de un solo nódulo, se extrae media tiroides, de manera que la paciente no tiene que tomar medicación, ya que la tiroides continúa funcionando con total normalidad”, explica Flor.
¿Existe alguna manera de cuidar nuestra tiroides para prevenir enfermedades? Es una de las preguntas que más suelen hacer a los especialistas, que prescriben siempre llevar una vida sana, hacer ejercicio, descansar correctamente y tener una alimentación equilibrada y saludable. Más allá de eso, sin embargo, “No se puede hacer nada para evitar la aparición de nódulos en la tiroides”, ya que, además, en muchos casos los cánceres de tiroides se deben a factores hereditarios. “Se ha sabido que en algunas zonas donde el agua estaba poco yodada, la incidencia de bocio era alta”, concluye Flor.