AMOR
La psicóloga Silvia Congost asegura que cuando sufres dependencia emocional y lees acerca de ella, te quedas helado, sin articular palabra y con una mezcla de tristeza y esperanza al mismo tiempo. En este artículo te damos las claves para reconocer si es tu caso.
La dependencia emocional puede convertir una relación aparentemente sana en una relación tóxica. Se trata de un gran desafío que afecta a la salud mental de ambos individuos de la pareja y que puede llegar a entorpecer la relación con los amigos y familia. Lo peor, es que quienes la padecen, no suelen ser conscientes de ello y, por lo tanto, no pueden trabajar para cambiar su forma de actuar.
Reconocer si tienes dependencia emocional de tu pareja es el primer paso crucial para abordar y superar este patrón de comportamiento. Por eso, en este artículo os compartiremos los consejos de la reconocida psicóloga Silvia Congost, experta mundial en relaciones, dependencia emocional y autoestima, para identificar los síntomas de esta compleja condición que a menudo se confunde con el amor verdadero.
La dependencia emocional, según Congost, puede equipararse a una adicción, dejando cicatrices emocionales que perduran durante meses, e incluso años.
Dada su experiencia en consulta, la psicóloga experta en este campo asegura que "la mayoría de las personas que sufren dependencia emocional, cuando leen o escuchan a alguien hablar de este tema por primera vez, acostumbran a quedarse heladas, sin articular palabra y con una mezcla de tristeza y esperanza al mismo tiempo".
Por lo tanto, si tras leer este texto sientes algo parecido, querrá decir que necesitas enfocar tu relación de otra forma para que sobreviva.
1. Necesidad absoluta del otro: La dependencia emocional se manifiesta cuando la vida parece inconcebible sin la presencia constante de la pareja. La idea de separación provoca ansiedad y temor.
2. Exigencias constantes de amor: Los afectados por la dependencia emocional tienden a exigir constantes muestras de amor por parte de su pareja. La ausencia de gestos de cariño se interpreta como una falta de importancia y amor.
3. Anhelo permanente de atención: El deseo de que la pareja esté siempre presente y de que demuestre ser la prioridad número uno, a pesar de las diferencias en la personalidad y el comportamiento, es un indicador de dependencia emocional.
4. Intento de cambiar a la pareja: La persona dependiente suele sentir insatisfacción y sufrimiento por la personalidad de su pareja. Intenta cambiarla, aunque esto conlleve conflictos y tensiones en la relación.
5. Miedo intenso al abandono: La dependencia emocional está marcada por un pánico incontrolable a ser abandonado por la pareja, llevando a comportamientos y decisiones impulsivas para evitar este temido escenario.
6. Necesidad de control absoluto: La dependencia conlleva una búsqueda constante de control sobre la pareja, dando lugar a discusiones que amenazan la estabilidad de la relación.
7. Ciclos de ruptura y reconciliación: Las relaciones marcadas por la dependencia emocional tienden a experimentar ciclos repetitivos de rupturas y reconciliaciones, con la ilusión de un cambio que raramente se materializa.
8. Pérdida de identidad propia: Para mantener el afecto de la pareja, la persona dependiente puede llegar a sacrificar su identidad y personalidad, adoptando comportamientos que no reflejan quiénes son realmente.
9. Incapacidad de romper la relación: A pesar de ser conscientes de la toxicidad de la relación, aquellos afectados por la dependencia emocional se sienten incapaces de dar el paso necesario para poner fin a la conexión.
10. Aislamiento social: La dependencia emocional puede llevar al aislamiento social, ya que la atención y la vida giran en torno a la pareja, descuidando amistades y relaciones con seres queridos.
Identificar estos síntomas es el primer paso hacia la recuperación y el establecimiento de relaciones más saludables. La psicóloga Silvia Congost nos recuerda que tener conciencia sobre la dependencia emocional es crucial para tomar decisiones acertadas y buscar ayuda profesional si es necesario.
Reconocer la diferencia entre amor y adicción es esencial para construir relaciones basadas en el respeto mutuo y el crecimiento personal de ambas partes de la pareja.