LA MEJOR ELECCIÓN PARA ESTAR EN FORMA
Contratar a un entrenador personal puede parecer muy sencillo, ya que hay multitud de personas que se venden como profesionales de este sector. Además, en las redes sociales se multiplican de forma exponencial usuarios y usuarias que se aprovechan de su buen físico para utilizarlo como reclamo.
Un buen entrenador o entrenadora personal no es aquel que tiene un buen físico, ni ese que más grita o motiva, ni el que tiene más seguidores en redes sociales. Fíjate en los siguientes aspectos y descubre que has elegido bien:
Pregunta a tu entrenador o entrenadora qué titulación tiene y, si dudas o quieres confirmarlo, que te la enseñe. Si esquiva tu pregunta, responde con rodeos o no te la quiere enseñar, duda de su formación. La titulación que habilita para ser entrenador personal es la Licenciatura o Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Esta carrera universitaria otorga una base de 4-5 años de formación, la cual se puede complementar con otras formaciones para adquirir más nivel de conocimientos, como por ejemplo:
- Postgrados / Máster en entrenamiento personal.
- NSCA: National Strength and Conditioning Association.
- ACSM: American College of Sports Medicine.
Antes de comenzar un plan de entrenamiento, tu entrenador personal debería hacerte una entrevista que incluya un cuestionario de salud. En él, conocerá a fondo todas tus características: patologías, lesiones, factores de riesgo, etc.
Además, mostrará interés en todos los aspectos y te comentará cómo debería ser la planificación y su evolución. Un profesional no realiza entrenamientos ni ejercicios al azar, sino que selecciona cada cosa con un objetivo concreto.
El mundo de la salud es muy amplio y es imposible saber de todo. Duda de aquellas personas que saben de todo y que para todo tienen una respuesta convincente.
Un buen entrenador personal te dirá honestamente si le falta información sobre alguna de tus características, y se preocupará por obtener todo el contexto que necesita para ajustar tu entrenamiento con base científica.
El mundo del fitness se aprovecha de las prisas que tenemos por conseguir nuestros objetivos, y nos venden objetivos milagro para que pagues y recomiendes a otro el pago. Pasado un tiempo, verás que no has alcanzado esos objetivos, pero ya habrás perdido tu tiempo y tu dinero.
Escoge a aquellos entrenadores que antes de empezar te expliquen qué puedes conseguir realmente en base a tus características. Los milagros no existen, por lo que es preferible entrenar con aquellos profesionales que son sinceros y honestos desde el principio.
Llevas varios días entrenando y percibes que tu entrenador está improvisando. Pregúntale por qué estáis haciendo esa rutina e interésate. Si has elegido bien, va a ser capaz de responder a todas tus dudas y te va a explicar la progresión que tiene planificada. En cambio, duda si sortea la pregunta.
Es importante tener en cuenta que no hay que llevarse una paliza en cada entrenamiento. Cansar a alguien es muy fácil (por ejemplo, ve a correr 2 horas o haz 10 minutos de burpees). Entrenar a alguien es muy difícil porque hay que planificar el entrenamiento que necesita con la intensidad justa que requiere para mejorar. Por lo tanto, tener agujetas siempre o terminar la mayor parte de los días por los suelos no es buena señal.
Además, el mejor entrenador no es aquel que utiliza un lenguaje técnico o palabras en inglés, sino aquel que explica las cosas de forma que se entiendan. Un lenguaje técnico puede dar la sensación de que dispone de muchos conocimientos, pero es posible que lo que te cuente no tenga ningún sentido.
Un entrenamiento personal tiene ventajas como:
- Realizar la técnica de los ejercicios de forma adecuada: El entrenador explica cómo realizar los ejercicios, corrige la técnica y da matices para mejorarla.
- Es más eficaz y eficiente que entrenamientos en pareja, en grupo y, más aún, que entrenamientos por libre.
- Adaptación: Las sesiones se adaptan día a día y momento a momento. Tu entrenador tendrá la sesión planificada para el día, pero si te encuentras más bajo o si surge cualquier imprevisto va a ajustarlo rápidamente para poder completar el entrenamiento de modo que se aproveche al máximo.
- Tiene menor incidencia de lesiones gracias a que el entrenador está controlando todos los aspectos en cada momento.
¿Te ha preguntado alguna vez tu entrenador sobre tus gustos? Un entrenamiento tiene que adaptarse a tus gustos para que disfrutes lo máximo posible y vayas a entrenar con ganas, que cada día tengas una motivación para continuar entrenando y no lo dejes.
Evidentemente, no puede gustarnos todo lo que nos toque, porque cada persona tenemos nuestros gustos y, para conseguir los objetivos, los entrenamientos tienen que cumplir unos mínimos. Pero el entrenador siempre va a buscar que te guste lo máximo posible y realizará cambios para conseguirlo.