APRENDE A DISTINGUIR LAS ETIQUETAS

Cómo saber si un producto es ecológico de verdad por su etiquetado

Te enseñamos cómo elegir productos que realmente sean sostenibles.

Productos BioiStock

Cada vez es más común ver en los supermercados productos ecológicos o bio. Sin embargo, en ocasiones se nos pueden plantear dudas en cuanto a su origen, naturaleza o procesamiento. ¿Qué son exactamente los productos ecológicos? ¿Cómo puedo distinguirlos? ¿Los alimentos procesados también lo son? Aclaramos todas tus dudas.

Reglamento de los productos ecológicos

La producción de alimentos ecológicos está suscrita a varias normas europeas. Una de ellas es el reglamento 834/2007, que aprobó el Consejo de la Unión Europea. Esta legislación establece un marco jurídico para este tipo de productos y especifica unas normas de producción, etiquetado, control e intercambio entre países de dentro y fuera de la UE.

Cómo es la producción vegetal ecológica

Esta regla determina, por ejemplo, que para que un producto sea ecológico, los organismos modificados genéticamente están prohibidos en todas sus formas. En cuanto a la producción vegetal, la ley europea establece que las semillas utilizadas para sembrar alimentos han de ser ecológicas. Además, se deben usar solo ciertos productos de limpieza autorizados por la Comisión Europea y evitar los fitofarmacéuticos nocivos.

En el caso de los productos vegetales silvestres, como las frambuesas o los arándanos, para ser ecológicos tendrán que estar recolectados en zonas clasificadas como tal. Por otra parte, las algas marinas -un alimento que se ha vuelto muy popular en los últimos años- se considerarán ecológicas si la zona donde se recolectan cumple una serie de condiciones que aboguen por su naturalidad.

Cómo es la producción ganadera ecológica

Para que un filete o un queso sean ecológicos, el animal que los produce ha de haber nacido y haberse criado en una explotación de estas características. Además, sus piensos deben ser ecológicos y sus métodos de reproducción, naturales. Asimismo, los productos de limpieza que se utilicen en la explotación deberán estar autorizados por la Comisión Europea.

Una etiqueta para toda la Unión Europea

Pero la Comisión Europea no solo vela por la producción ecológica; sino también por informar a los consumidores de qué tipo de producto adquieren y sus características. Por esta razón, el reglamento 66/2010 establece la etiqueta ecológica, un sistema para identificar los productos de este tipo que se compran en todos los países de la Unión.

Esta etiqueta se concede a productos que tienen un impacto ambiental menor respecto a otros productos de su misma categoría. Los criterios para otorgar este distintivo se determinan a partir de datos científicos que examinan el ciclo completo de vida de los productos: desde su elaboración hasta su eliminación. Los medicamentos de uso humano o veterinario no pueden portar esta etiqueta.

Logotipo de producto ecológico

La etiqueta o logotipo europeo de producto ecológico es una hoja blanca, formada por 12 estrellas, sobre un fondo verde. Este distintivo ha de ser fácilmente visible en el envase, además de llevar una referencia al organismo de control que certifica su carácter ecológico.

Sin embargo, y debido a que el logotipo está sujeto a unas normas comunitarias, no puede utilizarse en determinados productos. Los alimentos que contengan menos de un 95 % de ingredientes ecológicos no podrán llevar dicha etiqueta; así como los productos cosméticos.

¿En qué se diferencia un producto ecológico de uno bio u orgánico?

Cuando vamos al supermercado, en ocasiones los productos tienen tantas etiquetas que es difícil descifrarlas. Los artículos ecológicos, como ya hemos visto, son los que no están muy procesados y abogan por respetar el medio ambiente. Además, utilizan solo algunos productos como fertilizantes que están autorizados por la Comisión Europea.

Entonces, ¿cuál es la diferencia con los productos biológicos y orgánicos? En términos más técnicos, los tres conceptos son bastante similares: abogan por la defensa del medio ambiente, el bienestar animal y la no utilización de muchos productos químicos. Sin embargo, la normativa se rige para productos ecológicos, no bio u orgánicos, por lo que solo las etiquetas autorizadas por la UE muestran un producto ecológico de verdad.

El problema reside en algunos alimentos o productos que lleven la etiqueta de biológico u orgánico pero no la de ecológico, puesto que esos conceptos no están regulados por ley. Esto puede llevar a error al consumidor y confundirle, porque puede que un producto con una de estas etiquetas no cumpla todos los requisitos exigidos por la Unión Europea para ser un producto ecológico.

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